El vestuario, el túnel, las escalinatas hacia el campo, el césped, el estadio del Getafe trae buenos recuerdos a Cristiano Ronaldo. A nivel personal y colectivo, porque el Madrid siempre ha vencido con el portugués en sus visitas a la ciudad dormitorio del sur de la capital y las dos veces el icono mediático del club ha tenido un papel determinante.
Exhibiendo pegada, Ronaldo se estrenó por primera vez en el Coliseum Alfonso Pérez con dos goles. El fichaje más caro de la historia del fútbol llevaba más de medio año en España amenazando a los porteros con sus lanzamientos de falta y marcó su primer gol en Getafe con un ovús seco desde la frontal del área, imparable para Ustari. Luego, redondeó una primera parte de ensueño del Real Madrid, cuatro goles en media hora, y fusiló al portero argentino culminando un contragolpe.
Con Mourinho en el banquillo tras la destitución de Pellegrini, Ronaldo abandonó el número nueve con el que había jugado en su primer año como madridista y se llevó de Getafe otros dos tantos –un penalti y una definición en el área tras asistencia de Benzema- . Era el primer partido de 2011, en el ecuador de una temporada que acabaría con el internacional portugués batiendo el récord de goles en la Liga, con 41.
Un año después, el Madrid llega en plena ola de frío al único campo que ha visto caer al Barcelona. Con unas cifras de escándalo, 24 goles, nueve de penalti y ninguno de falta, el artillero portugués afronta una de las salidas más difíciles que le esperan a su equipo en el camino hacia la consecución del título.
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