Lillo: '¿Ganar al Madrid? Hay que defender bien, correr más y rezar'

    • El lateral de Aspe será el encargado de frenar a Cristiano Ronaldo en el difícil partido del Eibar contra el Real Madrid.
    • 'Contra el Barcelona dimos una buena imagen en los dos partidos. En el Bernabéu intentaremos que sea parecido', afirma el jugador del Eibar a este periódico.

Manuel Castellano Castro 'Lillo' (27 de marzo de 1989, Aspe) jugará por primera vez en el Bernabéu y tendrá la ardua afrenta de parar a Cristiano Ronaldo. Tras debutar en la Liga BBVA con el Valencia, despuntar con el Almería y quedarse sin equipo en el verano de 2012, el alicantino sobresalió en el Alcoyano, subió con el Eibar a Primera y hoy es uno de los mejores defensas de la competición. Tras cuajar una primera vuelta homérica con un conjunto vasco que se ha ganado el cariño de la afición española, intentará hacer frente al delantero más imponente del planeta. Es la magia del fútbol. Hace dos años el Eibar bregaba en campos de Segunda División B y hoy intentará dar la sorpresa en, probablemente, el mejor estadio del mundo.

Llegan al Bernabéu después de una victoria ante el Málaga que les supo a gloria. ¿Sueñan con sacar algo positivo?

Es complicado. Somos realistas y sabemos que es el Real Madrid. Vamos a disfrutar pero también a competir. ¿Ganar? Sabemos que tenemos que estar replegados, buscar la contra, correr más que ellos y rezar.

Le tocará bailar con la más fea. Tendrá que parar a Cristiano Ronaldo.

Él tiene que tener un día malo y yo muy bueno. Dicen: 'Siempre va a ir por el centro', pero claro, páralo.Hay que correr más que ellos. Son unas máquinas. También por la izquierda puede ir Isco que le conozco bien y se irá por el centro. Estos jugadores no sabes por dónde te van a salir. Contra el Barcelona dimos buena imagen y en el Bernabéu intentaremos que sea parecido. A ver si le podemos pillar.

¿Qué hay detrás del milagro del Eibar?

Somos una familia. Vamos a ver la Vuelta al País Vasco juntos, nos vamos a comer, vemos la Champions League en casa de algún compañero... Somos un equipo de pueblo.

Nadie esperaba una primera vuelta tan sobresaliente.

¿Quién nos lo iba a decir? En la Liga Adelante nos pasó lo mismo. Todo el mundo pensaba que lucharíamos por el descenso y al final acabamos subiendo. En Primera ha pasado lo mismo.

¿El halago les ha debilitado?

No. La suerte que tuvimos antes ahora no la tenemos. En Balaídos ganamos 0-1 y nos hicieron 50 ocasiones. Al fin y al cabo es cuestión de suerte. Ahora el balón no entra. Cuando no se gana todo es más complicado, sales al campo diciendo: 'Hostia, no vamos a perder'. Tras la victoria del Málaga nos ha subido la moral.

¿Llegaron a pensar qué podían caer por el precipicio?

Sí. Nos lo hemos preguntado cuando hemos visto las orejas al lobo. Si no hubiéramos pensado eso no seríamos realistas, por eso somos el Eibar.

Garitano es el gran artífice del milagro del Eibar.

Sí. Muchos dicen que es suerte pero no se sube de Segunda División B a Primera por suerte. Aquí no hay suerte, hay trabajo. Tiene las ideas claras: trabajo y compromiso. La filosofía siempre es la misma, vamos a estar replegados, salir a la contra, compromiso y actitud. Si pierdes un balón no te va a decir nada, quiere compromiso y trabajo.

Usted debutó con tan sólo 19 años en la Liga BBVA con el Valencia de Emery.

Sí. Entré con 14 años en la cantera del Valencia y, con 19 años, Emery me dio la oportunidad de debutar en Primera División. Era mi sueño y había luchado mucho por ello. Jugar con gente como Villa, Silva, Joaquín o Mata fue increíble. No lo olvidaré jamás.

¿Sintió vértigo?

No, no me acojoné. Quería hacerlo bien y no defraudar a Unai. Tenía la ilusión de poder debutar ante una afición exigente. Fue un momento muy bonito.

Y de Valencia a Almería.

Tuve un verano movido con el Elche donde fiché y al final por motivos extradeportivos se canceló el fichaje. Acabé en el Almería y cuando llegó José Luis Oltra me puso de titular y pude jugar cuatro partidos con el primer equipo.

Tras el paso por el Almería todo se torció.

Cuando terminé en el Almería, el jefe de captación de la cantera del Real Madrid tenía intención de llevarme al Castilla. Estaba todo hecho pero al final llevaron a Fabinho porque tenían un trato con Mendes y Mourinho. Tenía ofertas de equipos de Segunda División B pero decidí esperar. Al final esperas, se cierra el mercado y te quedas sin equipo. Unos meses antes estaba jugando en Primera y no tenía equipo. Imagínate.

¿Lo pasó mal?

Estuve muy jodido. Ves que la pretemporada empieza y teniendo la edad que tenía y con la carrera que había tenido, te llegas preguntar: ¿Qué ha pasado? Intentas buscar una solución pero no la encuentras.

Había jugado con la selección española en todas las categorías.

Había jugado el Campeonato de Europa Sub-17, Sub-19 y debutado con la Sub-21. Había compartido vestuario con Jordi Alba, Sergio Busquets, Azpilicueta, Ander Herrera o Bojan.

Tiene un currículo de veterano.

Sí, pero llegas a pensar: ¿De verdad soy tan malo? Tenía una gran carrera con 23 años. Había debutado en la Liga BBVA con dos equipos diferentes, con Clemente lo jugué todo en Murcia, con la Selección. Me vi sin nada.

¿Cómo lo aceptaron los suyos?

Mis padres lo pasaron peor que yo. Yo también lo pasé mal porque la gente del pueblo te pregunta y un día tras otro respondiendo lo mismo llega un momento que cansa. Se hacía muy duro. El apoyo de mis padres, mis hermanas y mi novia fue fundamental.

Y apareció el Alcoyano.

Estuve entrenando en el equipo en el que jugué de niño, en el Club de Fútbol La Coca y después me llamó el Alcoyano. Entrené con ellos y acabé jugando el playoff de ascenso a Segunda División contra el Eibar. Ese playoff supuso un punto de inflexión en mi carrera.

De Eibar al cielo. El año pasado jugó 28 partidos y este año lleva 26 en Primera.

Llegó la oferta del Eibar y no me lo pensé. La gente creía que íbamos bajar y acabamos ascendiendo siendo campeones. El día del ascenso fue alucinante. Imagínate un pueblo de 27.000 habitantes en primera. Fueron los mejores días de mi vida.

¿Cómo está Eibar ahora?

Está loca por su equipo. Sales a la calle y la gente no para de animarte. Estaban en Segunda División B hace dos años y ahora están en primera. Ver a los niños felices pidiendo autógrafos y fotos es una pasada. Lo mejor es que cuando peor las cosas han seguido animando como el día del ascenso. Esa es la magia de esta tierra.

¿Apostamos por la permanencia?

Claro. Seguro. El partido contra el Celta es clave y a partir de ahí tenemos que seguir sumando. Hay que asegurar la salvación antes del último partido contra el Córdoba.

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