Lin volvió a Houston por la puerta grande y dijo que Nueva York es pasado

  • El base Jeremy Lin volvió al escenario donde hace siete meses fue despedido, el campo de entrenamiento del Toyota Center de Houston, pero esta vez lo hizo por la puerta grande, millonario y con su fenómeno "Linsanity" a sus espaldas para comenzar una nueva etapa profesional con los Rockets.

Houston (EEUU), 19 jul.- El base Jeremy Lin volvió al escenario donde hace siete meses fue despedido, el campo de entrenamiento del Toyota Center de Houston, pero esta vez lo hizo por la puerta grande, millonario y con su fenómeno "Linsanity" a sus espaldas para comenzar una nueva etapa profesional con los Rockets.

Lin, de 23 años, que hasta hace unos pocos días pensaba que la presentación la haría en Nueva York para continuar como jugador de los Knicks, dijo que esa posibilidad era pasado y ahora tenía toda la ilusión y confianza para disfrutar y triunfar con los Rockets, que le hicieron un contrato por tres años y 25,1 millones de dólares.

Los Rockets consiguieron al mismo jugador que habían despedido hace siete meses, pero ahora con unos promedios superiores a los que tuvieron los bases Kyle Lowry y el esloveno Goran Dragic, que fueron los que impidieron que se quedase la primera vez.

"Es un recorrido increíble", declaró Lin en su presentación con los Rockets. "Es una bendición. No puedo explicar cómo todo se ha dado para que me encuentre aquí (en Houston) y me siento motivado y agradecido, dispuesto a disfrutar con mi juego y a ayudar", destacó Lin, que reiteró su convencimiento de que los Knicks iban a quedarse con la oferta que le hicieron los Rockets.

Lin, que vestirá la camiseta con el número siete de los Rockets, admitió que no sabe todavía cual será su tope de desarrollo como profesional, pero que estaba convencido que físicamente se había recuperado por completo de la lesión de rodilla y listo para crecer en todos los aspectos.

La pasada temporada, Lin logró promedios de 14,6 puntos, 6,2 asistencias y 3,1 rebotes en los 35 partidos que disputó.

Lin admitió que entendía que su figura fuese buena para atraer a la comunidad taiwanesa, china y asiática en general, como lo hizo el expívot Yao Ming, además de negar que tuviese ningún problema con los jugadores de los Knicks, con los que mantiene una gran relación y con los que se ha comunicado permanentemente para estar informados de lo que sucedía en el mercado de los agentes libres.

Mostrar comentarios