Llega la montaña que debe poner las cosas en su sitio

  • "La montaña dura todavía no ha llegado", ha sido, con distintas versiones y matizaciones, la frase más empleada por los principales aspirantes al maillot rojo en Santiago de Compostela de la Vuelta 2014.

José Luis Sorolla

Cabárceno (Cantabria), 5 sep.- "La montaña dura todavía no ha llegado", ha sido, con distintas versiones y matizaciones, la frase más empleada por los principales aspirantes al maillot rojo en Santiago de Compostela de la Vuelta 2014.

Pues bien, ya está aquí. Tres jornadas consecutivas con finales en alto que deben servir para poner las cosas en su sitio y aclarar un poco más quién dice definitivamente adiós a la carrera y quién puede conservar sus ilusiones de poder hacer algo grande en la carrera española.

Los tres finales en alto vividos hasta la fecha, en las Cumbres Verdes de la granadina La Zubia, la estación invernal turolense de Valdelinares y la navarra de San Miguel de Aralar, con la cronometrada de la zaragozana ciudad de Borja, han aclarado el panorama, pero no ha abierto diferencias que puedan considerarse definitivas.

El único que se ha quedado en el camino es el colombiano Nairo Quintana (Movistar) con dos caídas en dos días consecutivos, la segunda camino del Santuario de San Miguel de Aralar, una cima que conoce como la palma de su mano, que le llevaron a la habitación de un hospital y a tener que pasar por el quirófano para superar sus problemas con la escápula del hombro derecho.

Quintana, ganador del Giro 2014, partía en Jerez de la Frontera como máximo favorito junto a sus compañeros en el podio italiano, su compatriota Rigoberto Urán (Omega Pharma) y el italiano Fabio Aru (Astana), quien ya ha cazado un triunfo en la undécima etapa, están entre ellos.

Los otros son los damnificados del Tour, el líder Alberto Contador (Tinkoff-Saxo) y en menor medida el británico Chris Froome (Sky), además del español, Joaquím 'Purito' Rodríguez (Katusha), retirado prematuramente en el Giro.

El otro es el murciano Alejandro Valverde (Movistar) con todos los galones en su vestimenta tras habérselos cedido su compañero Quintana, que era quien comenzó luciéndolos.

Un final inédito en la Vuelta, la leonesa Camperona en el valle de Sabero con unas rampas "realmente duras", según afirman los que se han acercado a conocerlas. Un viejo conocido de los aficionados que formó parte de la resurrección de la Vuelta en 1983, los Lagos de Covadonga, rebautizados en su día como los "lagos de Hinault", el ciclista que terminó ganándola.

La Farrapona, también asturiana y con una única ascensión en 2011 y triunfo para el estonio Rein Taaramae, pondrá fin a esta trilogía el lunes con una etapa que intimida a todos. Tres puertos de primera, Colladona, Cobertoria, San Lorenzo y la ascensión final a los lagos de Somiedo.

En estas tres jornadas y antes de afrontar la última semana de la sexagésima novena Vuelta, algunos darán por finiquitadas sus opciones y para otros el objetivo será llegar con opciones a las cinco últimas etapas y ver si se les presenta la oportunidad para aspirar a lo máximo.

Alberto Contador llega de líder al tramo decisivo de la prueba, con un equipo un poco justo para la montaña más exigente, y con muchos con ganas de saber hasta donde le limitan sus reiteradas alusiones a su lesión del pasado Tour.

Otros como Valverde, ahora jefe único del Movistar, intenta sumar su segunda victoria en la Vuelta después de haberse quedado fuera del podio del pasado Tour del que se apeó a última hora.

Para otros como el joven Fabio Aru o el veterano Joaquím Rodríguez, junto a Rigoberto Uran, pueden estar ante la ocasión de anotarse su primera gran vuelta por etapas. De momento todos ellos, salvo el italiano están a menos de dos minutos de "la Roja".

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