Toda La Rioja pendiente de un hombre y éste se hizo de rogar. Fernando Llorente se quedó cariacontecido en el banquillo esperando la oportunidad de jugar con España en su tierra. Saltó a calentar a poco de comenzar el segundo tiempo, y el público jaleó al internacional del Athletic, para luego corear su nombre. En el minuto 61 por fin veía cumplido su sueño.
Sentado al lado de Thiago Alcántara, el de Rincón de Soto esperaba su oportunidad. Cuando ésta llegó, Llorente se vio arrastrado por el juego de una España que había bajado su intensidad. La goleada ante Liechtenstein no favoreció el fútbol del riojano, que intentó ser protagonista cayendo a las bandas para recibir el balón. En una gran jugada, habilitó en fuera de juego a Mata con el pecho tras un espectacular salto.
Llorente buscó con ahínco brillar ante su público, pero no fue su noche. El delantero falló una ocasión muy clara tras una dejada del generoso Villa, y tampoco tuvo suerte en los remates de cabeza. Estuvo desacertado en lo que pasa por ser una de sus armas atacantes más características. También lo intentó de forma individual, pero la poblada defensa de Liechtenstein frenó sus avances.
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