Lille (Francia), 8 jul.- La quinta etapa del Tour, muy temida ya por los ciclistas por los nueve tramos adoquinados que incluye, lo será todavía más a causa de la lluvia y el frío que anuncian los servicios meteorológicos.
Se esperan fuertes precipitaciones con temperaturas de entre 12 y 13 grados centígrados y un viento del oeste de entre 20 y 30 kilómetros por hora, que afectará de costado a un pelotón que durante la mayor parte del recorrido irá de norte a sur.
La lluvia puede favorecer las caídas y hacer todavía más dura la etapa, en la que tradicionalmente los ciclistas aprovechan los tramos no adoquinados a ambos lados de la calzada, que mojados producirán barro.
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