Londres 2012: El 'tiburón' Phelps devora el récord más preciado al ganar su decimonovena medalla olímpica

  • El nadador Michael Phelps se ha convertido en el atleta más laureado de los juegos olímpicos al ganar en Londres 2012 la medalla de oro en los 4x200 metros libres. Ese metal se une a las dos platas obtenidas antes en la piscina londinense y a sus 16 medallas en los Juegos de Atenas 2004 y Pekín 2008. Con 19 (15 oros, dos platas y dos bronces), ha superado a la gimnasta Larisa Latynina, que cede el testigo en lo más alto de ese podio.

Olympics Day 4 - Swimming
Olympics Day 4 - Swimming

Se acabó el debate: Michael Phelps ya es el más grande de los juegos olímpicos. Esta sentencia se basa en un dato objetivo, en una de esas estadísticas que el nadador estadounidense acostumbra a pulverizar. Con 19 medallas, es el atleta más laureado en los juegos por delante de la gimnasta soviética Larisa Latynina, que hasta el 31 de julio de 2012 era la número 1 con 18 metales.

La ucraniana logró sus 18 medallas entre los Juegos Olímpicos de Melbourne 1956, Roma 1960 y Tokio 1964. Nueve oros, cinco platas y cuatro bronces. Un registro increíble que palidece, sin embargo, al lado del de Phelps. Los números del 'tiburón de Baltimore' son bestiales en todos los sentidos.

El estadounidense llegó a los Juegos Olímpicos de Londres 2012 con 16 medallas en su cuenta. En Atenas 2004 sumó seis oros y dos bronces, y en Pekín 2008 logró ocho oros. Precisamente, con estos ocho metales batió un récord histórico, el de otro nadador estadounidense, Mark Spitz, que logró siete oros en unos juegos, los de Munich 72. Parecía imposible igualarlo y él lo superó.

Ahora, el otro récord que perseguía Phelps ha caído, lo ha devorado. En su primera final en Londres 2012, el estadounidense logró la plata en los 4x100 metros libres. A esa plata sumó otra en la final de 200 metros mariposa, una hora antes de entrar en la historia en la final del 4x200 metros libres.

Phelps se lanzó a la piscina justo después de haber sonreído en el podio a pesar de la decepción que para él debía suponer perder el oro por cinco centésimas ante el sudafricano Chad Le Clos. Pero el estadounidense es un deportista especial, con todas las letras, y sabe el valor que tiene cada medalla. En el agua se olvidó de todo y ayudó al equipo de su país a sumar un oro que para él tenía un valor todavía más grande.

Dentro de x años, los aficionados al deporte volverán la vista atrás al 31 de julio de 2012 y recordarán como un nadador, Michael Phelps, se convirtió en el olímpico más grande de todos los tiempos. Una leyenda del deporte que todavía puede nadar más alto, y decir esto de alguien que atesora 15 oros, dos platas y dos bronces en tres juegos olímpicos es mucho decir.

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