Londres mantiene viva la llama de los Juegos Olímpicos un año después

  • La ciudad de Londres celebra el primer aniversario de los Juegos Olímpicos "optimista" por el legado económico, deportivo y social de un evento que marcó un punto de inflexión en la historia de la capital británica.

Paula Díaz

Londres, 25 jul.- La ciudad de Londres celebra el primer aniversario de los Juegos Olímpicos "optimista" por el legado económico, deportivo y social de un evento que marcó un punto de inflexión en la historia de la capital británica.

En una rueda de prensa celebrada hoy en el Ayuntamiento de Londres, el alcalde Boris Johnson, desafiaba a los "escépticos" y agotaba los adjetivos para describir el "éxito" que supusieron los Juegos para el Reino Unido.

El primero de ellos, de carácter económico: desde 2012, Londres ha atraído 4.000 millones de libras (4.664 millones de euros) en inversiones y ha creado 70.000 puestos de trabajo gracias a la celebración del gran evento deportivo.

Empleos y viviendas construidas que repercuten sobre todo en el área donde se ubica el estadio olímpico, en el este de la ciudad, sometida a una auténtica remodelación tras sufrir durante décadas el abandono y la falta de inversión.

Una de las piedras angulares de su transformación fue la apertura del Westfield Stratford City, uno de los centros comerciales más grandes de Europa y que emplea a casi 10.000 personas, que vino a completarse con el proyecto del parque olímpico Queen Elizabeth.

El proyecto tiene continuidad ya que Londres se ha convertido en la primera ciudad olímpica que asegura el futuro de sus principales recintos. "Los ocho tienen un futuro a largo plazo en el sector privado", aseguró Johnson.

El buque insignia, el estadio olímpico, se remodelará con una inversión de 67,5 millones de libras (78,37 millones de euros) para acoger en los próximos años eventos deportivos, culturales y comerciales gracias a un nuevo techo que cubra todos los asientos.

Además, el alcalde de Londres anunció hoy la construcción de la pista de esquí cubierta más grande del Reino Unido (800 metros de largo en total), que estará lista en dos años y que podrá incluir, además, tiendas, hoteles y restaurantes.

Pero la huella de los Juegos Olímpicos en Londres no la imprimen sólo las inversiones económicas. En la actualidad, 2,4 millones de personas realizan semanalmente alguna actividad deportiva en esta ciudad; 1,5 millones más que en el año 2005, cuando fue elegida como sede olímpica para 2012.

"Sabíamos que los Juegos no sólo cambiarían la cara del este de Londres, sino que también inspirarían a la gente joven a que practicara algún deporte", señaló quien fue consejero delegado de los Juegos, Paul Deighton, presente en la rueda de prensa.

Le acompañaba la medallista británica Anna Watkins, quien se hizo eco de su "entusiasmo" al comprobar cómo su deporte, el remo, "está creciendo" y consiguiendo "récords de participación" con 11.500 nuevos practicantes, muchos de ellos mujeres jóvenes.

Asimismo, Londres se ha bautizado como un epicentro más del deporte europeo y mundial: este año ha ejercido de sede de la final de la Euroliga de Baloncesto, celebrada en el O2 Arena, y de la final de la Liga de Campeones de fútbol, que tuvo lugar en el estadio de Wembley.

La lista no se agota de cara al futuro: el Reino Unido acogerá en los próximos años algunas etapas del Tour de Francia, el mundial de rugby y el mundial de atletismo, un acontecimiento que debería haberse celebrado aquí hace nueve años.

Deighton recordó a los periodistas que, en el año 2004, los británicos tuvieron que "devolver" el mundial de atletismo que habían conseguido porque no se podía construir el estadio. "El deporte recibía alrededor del 13 por ciento de la financiación procedente de la Lotería Nacional. Ahora conseguimos más", subrayó.

El "optimismo" reinaba hoy en la novena planta del Ayuntamiento de la capital británica, ubicado en la ribera sur del Támesis frente a la Torre de Londres.

Con todo, "habrá que esperar tres, cinco o diez años para ver todos los beneficios de los Juegos Olímpicos", zanjó el secretario de Estado para el Deporte, Hugh Robertson.

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