Los 'All Blacks' prolongan su tiranía y consiguen su tercer cetro mundial (34-17)

    • La primera mitad transcurrió casi en su totalidad en territorio australiano, pero no sería hasta el final de la misma cuando esa insistencia obtuvo premio con el ensayo deNehe Milner-Skudder.
    • Australia se vino arriba a media hora para el final cuando aprovechó su superioridad numérica tras el sin bin de Ben Smith. Sin embargo, Carter acabó con las esperanzas de remontada.

Nueva Zelanda levantó la copa de campeón del mundo cuatro años después de que lo hicieran por última vez en Auckland en 2011. La mejor generación de jugadores neozelandeses ganó para el país su tercer cetro mundial, el primero lejos de sus fronteras, y el segundo consecutivo, algo que no había logrado ningún otro equipo nunca.

La famosa frase del futbolista inglésGary Linekeracerca de quién inventó el fútbol y quién acababa siempre ganando, podría, variando de por medio algún país, llevarse al rugby. El deporte del oval también fue cosa de británicos, pero es Nueva Zelanda quien siempre vence y quien mejor lo ha desarrollado.

Los 'All Blacks' salieron como todos esperaban y pronto acorralaron en sus dominios a una Australia que volvió a demostrar por qué tiene la mejor defensa del torneo. La primera mitad transcurrió casi en su totalidad en territorio australiano, pero no sería hasta el final de la misma cuando esa insistencia obtuviera premio con el ensayo deNehe Milner-Skudder, el jugador que más metros recorrió, 64, durante los 40 minutos iniciales.

Antes, los del helecho plateado se toparon una y otra vez contra la buena defensa australiana, providencial en varias ocasiones antes de que Nueva Zelanda se desmelenara. En un primer momento, la final resultó tan cerrada como se preveía. Viejos conocidos, ninguno estaba dispuesto a asumir unos riesgos que pudieran resultar fatales.

El respeto que se tuvieron ambos retrasó unos puntos que, viendo como se desarrollaba la final, estaba claro que llegarían a través de las infracciones que unos y otros pudieran concederse. La efectividad Dan Carter, hostigado por un activo Sekope Kepu,y la ortodoxia de Bernard Foley de caro a palos hizo el resto (9-3).

Los 'All Blacks' fueron fieles a su estilo. Partieron con su idea de siempre: jugar el máximo de tiempo posible fuera de sus dominios y mover el oval hasta llevarlo a sus alas. Misión que cumplieron casi en todo momento.

A Australia no le quedó otra que defender y solo pudo jugar de tú a tú a los campeones del mundo cuando ya en el segundo tiempo el resultado no daba otra alternativa.

Si quedaba alguna duda al respecto tras el 'try' deMilner-Skuddercuando expiraba la primera mitad (16-3), al poco de salir de los vestuario deTwickenham,el bisote maoríMa'a Nonu se colaba por la otrora impenetrable defensa de Australia para anotar un nuevo ensayo (21-3).

La expulsión de Ben Smith que pudo cambiar todo

Con medio mundo viendo como los 'All Blacks' rozaban ya su tercer Mundial, unos aturdidos 'Wallabies' lograban enlazar su jugada de ataque más larga de toda la final. En ella, el zaguero neozelandés Ben Smith vio la tarjeta amarilla por levantar en el placaje la pierna de un australiano por encima de los hombros.

Con uno más sobre el campo, Australia se lanzó a por el ensayo y lo logró gracias al trabajo de sus 'gordos' en un 'maul'. Pocock posaba el oval y Foley recortaba un poco más las distancias con media hora por delante (21-10).

La marca del ocho australiano espoleó al resto y los papeles iniciales cambiaron. Ahora eran los 'Wallabies' quienes atacaban y los 'All Blacks' quienes se aplicaban en defensa casi por primera vez desde que comenzó la final.

Se inició un intercambio de patadas y Milner-Skudder, que hacía de zaguero por el 'sin bin' de Smith, no lograba sacar del campo el oval. La respuesta australiana habilitó a Kuridrani para hacerse con él y posarlo con apuros en la zona de marca (21-17).

Durante la ausencia por sanción de Smith, que podía haber vuelto al campo si su compañero hubiera estado más fino pateando, Nueva Zelanda encajó un parcial negativo de 14-0.Un drop decide de nuevo la final

Como ya sucediera en la final del Mundial de 2003, Australia volvió a ver como el apertura del equipo rival frustraba sus aspiraciones de hacerse con el título.

Aquella vez fue el mayúsculo Jonny Wilkinson quien sentenció a los 'Wallabies' con un 'drop' en el último minuto de la prórroga.

Esta vez, le tocó a Dan Carter, quien se marcó un lanzamiento a bote pronto desde su casa para alejar las esperanzas australianas (24-17). El nuevoapertura del Racing Metro de Parísamplió la sentencia minutos después, cuando convertía con precisión un nuevo golpe de castigo desde medio campo (27-17).

Australia quiso perder con honor, maquillando el resultado de un partido dominado de pleno, salvo un cuarto de hora, por los 'All Blacks', que a la contra volvieron a ajusticiar a los 'Wallabies' con el ensayo de Barrett (34-17).

La nación que mejor juega al rugby afianzó un año más su dominio en Inglaterra, el país que lo vio nacer allá por principios del siglo XIX, cuando, según relata la leyenda, Webb Ellis, en pleno partido de fútbol, cogía el balón con las manos y lo llevaba hasta la portería contraria.

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