Los bilbaínos se aferran al dicho de que a la tercera va la vencida frente al Caja Laboral

Madrid.- Caja Laboral y Bizkaia Bilbao disputarán, en los cuartos de final de la Copa del Rey, su particular duelo, en el que los bilbaínos intentarán hacer bueno el dicho de que a la tercera va la vencida, ya que en sus dos enfrentamientos anteriores en la competición sus esperanzas acabaron ante los de Vitoria.

En la Copa de 2008 el equipo bilbaíno eliminó en cuartos al Barcelona y cayó en semifinales ante el de Vitoria, mientras que el año pasado, en Bilbao, el Caja Laboral volvió a ser su verdugo a las primeras de cambio.

Ahora, el Caja Laboral parte de nuevo como favorito, aunque solo sea por su condición de cabeza de serie, pero los de Dusko Ivanovic están más irregulares que nunca y han perdido en seis de sus últimos siete desplazamientos fuera de Vitoria.

Esta circunstancia abre el abanico de posibilidades de un Bizkaia Bilbao que sigue creciendo y que quiere dar la sorpresa ante el auténtico rey de Copas de la década pasada, tras sus cuatro triunfos en 2002, 2004, 2006 y 2009.

Aunque en la Copa los precedentes sirven para poco, hay que recordar que en Liga los dos equipos se enfrentaron en Bilbao y que ganaron los locales por 99-95.

Los altibajos en el juego del Caja Laboral hacen más complicado el pronóstico, ante un Bizkaia Bilbao que, este año, presenta una trayectoria más regular que en otras temporadas, y un juego más estable.

Marcelinho Huertas y su inspiración en la dirección del equipo junto a la puntería de Mirza Teletovic volverán a ser dos de las principales armas de los vitorianos, junto al ardor de Fernando San Emeterio, frente al bloque bilbaíno en el que la garra de Axel Hervelle y la inspiración de Alex Mumbrú y Marko Banic serán fundamental para sus intereses.

En los banquillos, la diferencia es grande en cuanto a experiencia y títulos. Dusko Ivanovic tiene cuatro copas en su haber, tres con el Baskonia y una al frente del Barcelona, mientras que Fotsis Katsikaris sólo sabe lo que es ganar copas en Grecia y como entrenador ayudante.

"En la Copa no hay favoritos, sobre todo el primer día. Cualquiera puede ganar a cualquiera. La semifinal y la final es otra cosa. Espero que la derrota que sufrimos en Bilbao en Liga nos sirva de experiencia para no dejarles jugar como hicieron aquel día", comentó el técnico montenegrino.

Katsikaris, que acaba de ser renovado por tres años, ha demostrado que tiene hambre, que sabe construir un equipo para ganar y que sus jugadores pueden ser competitivos contra cualquier rival y en los partidos de alta tensión. Y ante el Caja Laboral la tensión será máxima.