Los cinco errores de Rosell por los que vive un momento crítico al frente del Barcelona

    • El presidente del Barça pasa por la situación más complicada desde que tomó la posesión de su cargo en 2010.
    • Las últimas declaraciones de Guardiola, que ha terminado fichando a Thiago, han mermado su credibilidad entre la afición.
La etapa más complicada de Rosell al frente del Barcelona
La etapa más complicada de Rosell al frente del Barcelona

El mandato de Rosell al frente del Barcelona no está dejando indiferente a nadie. Su política de club está marcada por el total rupturismo frente a Joan Laporta, el problema es que esta etapa anterior está calificada como una de las mejores del club, tanto en lo deportivo como en los institucional y quizá debería haber optado por una línea más continuista.

La primera decisión de Sandro en el cargo dejó claras sus intenciones: quitó el nombramiento de presidente de honor a Johan Cruyff, santo y seña del barcelonismo, aunque en aquel caso si recibió el apoyo de muchos aficionados azulgranas.

A lo largo de estos tres años su imagen entre la afición ha sido un declive constante y ni el fichaje de Neymar le ha reforzado después de una temporada marcada por la dolorosa eliminación en la Champions League a manos del Bayern

Su etapa comenzó como un sueño, al ganar la Champions, pero puede terminar como una pesadilla. Estos son los cinco errores que han marcado los últimos meses de Rosell y que han debilitado su imagen como presidente:La grada de animación: Rosell firmó en 2010 un documento, cuando aún era candidato, en el que impulsaba la creación de la Grada Joven en la que tenían hueco el grupo ultra conocido como los 'Boixos Nois'. Estos radicales habían sido expulsados del Camp Nou en la etapa de Laporta al frente de la presidencia. La financiación de esta estructura organizativa corría a cargo del club, que promovió la iniciativa en marzo de 2013, pero que no se llevó a cabo porque los Mossos d'Esquadra se opusieron a un proyecto que levantó las críticas de todos los aficionados.La triste marcha de Abidal: la imagen del club con la marcha del jugador ha quedado más que en entredicho. Después de superar un cáncer que le mantuvo apartado de los terrenos de juego en dos ocasiones diferentes, el Barcelona no decidió renovarle por "cuestiones deportivas". Sin embargo, durante la recuperación de Abidal, el vicepresidente deportivo, Josep María Bartomeu, aseguró que "renovará en cuanto juegue un partido". La realidad fue totalmente distinta, disputó varios encuentros, pero tuvo que marcharse al Mónaco.La venta de Villa al Atlético de Madrid por una cifra que oscila entre dos y cinco millones de euros, dependiendo de las temporadas que el asturiano juegue con los rojiblancos, ha desatado la indignación entre unos aficionados que no creen que sea una cifra razonable para acometer la venta del jugador. Tampoco ha gustado el baile de cifras en la compra de Neymar.La enemistad con Guardiola: el golpe más bajo que ha recibido Rosell en las últimas semanas llegó desde Alemania. El entrenador del Bayern de Múnich, idolatrado por la afición, acusó al presidente del Barça de mentir y afirmó que "utilizar la enfermedad de Tito Vilanova para hacerme daño es algo que no olvidaré nunca".La Masía no se está explotando como en las últimas temporadas, los canteranos cuentan cada vez con menos minutos y se están marchando en busca de oportunidades. Aunque Rosell no sea el responsabe directo, la afición relaciona estos datos con su gestión. El último en salir ha sido Thiago, que jugará en el Bayern por 25 millones, todos los demás se marcharon gratis o cedidos: Rafinha y Fontás (Celta), Bojan (Ajax), Muniesa (Stoke), Deulofeu (Everton) y Rodri (Almería). Además, el club no cuenta con Luis Alberto, Ledes, Balliu, Araujo y Lobato.

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