Los escándalos sexuales le restaron votos a Ribéry en el Balón de Oro

Está roto. Se quedó hundido. Franck Ribéry fue el gran perdedor del Balón de Oro 2013 y su primera reacción ha sido decir: "Prefiero ganar todo con el Bayern y ser campeón del mundo. Obviamente, me hubiera gustado ganar". Ahora busca recuperar la rutina en su equipo y va a dejar pasar unos días antes de profundizar en este asunto. Fue el tercero de los nominados que menos votos tuvo y su decepción se reflejó cuando Pelé nombró a Cristiano Ronalo. El francés se quedó tieso y abandonó la sala con un gesto en el que no podía ocultar su indignación. Después de haberlo ganado todo con su equipo, principalmente la Champions y la Bundesliga, y de haber sido elegido como el mejor jugador de Europa por la UEFA y el mejor en el Mundialito de clubes, tenía todas las esperanzas de recibir el preciado Balón de Oro. Pero no fue así y se llevó un gran palo. Su reacción fue distinta a la de Messi. El argentinó sí habló y felicitó al madridista, algo que todavía no ha hecho el francés.

Pasadas unas horas de la Gala en Zúrich y conocidos los votos se empiezan a buscar los motivos por los que Ribéry, con el palmarés que logró en 2013, no haya ganado el premio. En las bases de las votaciones se indican varios aspectos a tener en cuenta y, además de los logros individuales y colectivos, juega un papel importante la proyección social del jugador. Este último punto le ha penalizado. Ribéry no es un ejemplo y sus valores, como persona, no pueden ser ensalzados. Es lo que se podría concluir.

Ribéry tiene que hacer frente a un largo juicio este mes. Se vio implicado por un escándalo en un club de alterne en París. Tuvo que declarar ante la policía judicial por tener relaciones con Zahía, una chica menor de edad que luego confirmó los hechos. Desde este momento, perdió el cariño y el respeto del pueblo francés. Hasta el punto de que hace poco tiempo se realizó una encuesta en su país, organizada por el semanal 'Journal du Dimanche', en la que quedó como el tercer personaje más detestado por los franceses. Su imagen ha caído en picado y este escándalo también traspasó fronteras. No puede competir, a niveles de popularidad, con Cristiano Ronaldo y Messi. Y esto es algo que pone de relieve la FIFA.

Ribéry puede haber perdido el Balón de Oro por tener una imagen devaluada y desprestigiada. Todo lo contrario a Messi y Cristiano Ronaldo, dos iconos admirados no sólo por sus éxitos deportivos y estilo de juego, sino por su implicación con proyectos sociales.

Tras la elección del madridista como nuevo Balón de Oro se han visto pocos apoyos para Ribéry. Esto dice mucho de la imagen que tiene este futbolista. Michel Platini, presidente de la UEFA y compatriota, es de los pocos que han sacado la cara por él. "Estoy muy decepcionado. Durante 50 años, el Balón de Oro tuvo en cuenta el palmarés en el terreno de juego. Ahora se basa en el rendimiento global de los jugadores. Algo ha cambiado desde que el premio se fue la FIFA". Hay que apuntar que Platini está haciendo campaña para ser el nuevo presidente de la FIFA y aprovechará este asunto para ganar votos.

El problema lo tiene ahora Guardiola, que recibe a un jugador tocado, roto y triste por no ganar un premio que daba por hecho. Habrá que comprobar si su rendimiento se resiente y juega igual de motivado y con la misma ambición.