Los españoles de EE.UU. celebran en las calles el triunfo en el Mundial

  • Washington.- Los españoles de Estados Unidos conmemoraron hoy en las calles de las mayores ciudades del país la victoria de España en el Mundial de Fútbol con banderas 'rojigualdas', canciones y hasta gaitas.

Los españoles de EE.UU. celebran en las calles el triunfo en el Mundial
Los españoles de EE.UU. celebran en las calles el triunfo en el Mundial

Washington.- Los españoles de Estados Unidos conmemoraron hoy en las calles de las mayores ciudades del país la victoria de España en el Mundial de Fútbol con banderas 'rojigualdas', canciones y hasta gaitas.

Vieron el partido en bares, ante pantallas instaladas al aire libre, en centros culturales españoles y en la propia residencia del embajador en Washington, Jorge Dezcallar, desde donde estallaron al unísono con el gol de Andrés Iniesta que dio el triunfo a España frente a Holanda.

"Quitando el nacimiento de mi niña, que la tengo aquí, esto es lo más grande que me ha ocurrido en la vida", dijo Alberto Tarín, en la céntrica plaza de Dupont de Washington.

Allí tras el partido se congregaron entre gritos de "soy español, español, español" más de un centenar de personas, a las que el agua fría de la fuente no logró calmarles los ánimos.

Se acercaban con curiosidad para ver la escena numerosos estadounidenses, muchos de los cuales probablemente ni siquiera siguieron el partido, pues el fútbol en este país aún no tiene el peso de otros deportes, como el baloncesto, el béisbol o el fútbol americano.

Olga González vio el encuentro en un bar junto con otros estudiantes de Madrid, que han venido a Estados Unidos durante las vacaciones. "Estamos celebrándolo como si estuviésemos en casa, porque España es nuestra patria", dijo.

En la residencia del embajador se congregaron más de cien personas, entre diplomáticos, representantes de organismos internacionales, como el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el colombiano Luis Alberto Moreno, y periodistas.

Entre ellos estaba Mike Hammer, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, ataviado con una camisa de la selección.

"De parte de la Casa Blanca, muchas felicidades por el triunfo", dijo a la prensa tras el pitido final Hammer, que es hijo de madre española y padre estadounidense.

"Les deseamos lo mejor. Son campeones y eso hay que disfrutarlo", añadió.

Dezcallar, que llevaba una camisa roja y una pegatina que decía "Este partido lo vamos a ganar", afirmó que la victoria "le viene muy bien al fútbol y a España".

Preguntado qué le queda al equipo español por ganar, el embajador dijo: "Ahora la copa del espacio y esperamos contar con la ayuda de la NASA".

En el sur de California la mayor concentración de forofos ocurrió frente a una pantalla al aire libre en Pasadena, dentro del área metropolitana de Los Angeles, donde un millar de personas asistió al partido.

La mayoría eran latinos, que apoyaban a "La Roja" y que ahogaron los gritos de ánimo de un pequeño grupo de holandeses también presentes.

"Yo me he hartado a llorar sólo con oír el himno", dijo Enrique Felipe, un gaditano que está de vacaciones en Estados Unidos y vio el partido en Pasadena. "Nunca me voy a olvidar de esto", añadió.

Allí la victoria fue recibida con un impresionante grito de alegría. "Estoy que no me lo creo todavía", confesó el sevillano Samuel Valdera.

Mientras, en Nueva York el grito de gol se sintió en Grand Central, la estación de ferrocarril principal de la ciudad, donde se instaló una pantalla gigante.

"He sufrido mucho durante todo el partido, pero el pulpo Paul dijo que íbamos a ganar y así fue", dijo Patricia Vergara, una española que vio el partido en la Casa de Galicia de Nueva York, que estuvo ocupada hasta la bandera.

Ese local se llenó de los sonidos de las gaitas y los tambores para animar al equipo español desde dos horas antes del inicio del encuentro.

También estaba allí la uruguaya Laura Benedetto, que adoptó el equipo español tras la derrota de su país en las semifinales. "España se merecía el título", afirmó.

Por la ciudad pasaron coches con la bandera española y se oyeron los gritos de "campeones, campeones", y hasta en algunas calles los seguidores de "la Roja" pararon brevemente el tráfico para agitar la bandera y expresar su alegría por la victoria.

Jorge Tomelloso, que lleva veinte años viviendo en Nueva York, se declaró "orgulloso del equipo español. Ha sido muy emocionante haber vivido una final así fuera de casa".

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