Los estadios lusos, cada vez más vacíos

  • Solo un cuarto de los asientos de los estadios portugueses se llenó durante la última jornada de la liga, un reflejo de la tendencia a la baja que viven los recintos futbolísticos portugueses en los últimos tiempos.

Ana Aranda Menéndez

Lisboa, 2 dic.- Solo un cuarto de los asientos de los estadios portugueses se llenó durante la última jornada de la liga, un reflejo de la tendencia a la baja que viven los recintos futbolísticos portugueses en los últimos tiempos.

En esa última jornada, la décima, se registraron también dos récords de la temporada: el número mínimo de espectadores, solo 900 asistieron al empate entre Pacos de Ferreira y Maritimo ; y el de menor porcentaje cubierto, con apenas el 4,52 % ocupado en el estadio del Beira Mar en su choque con el Vitoria de Guimaraes.

El número total de asistentes ha disminuido mucho, entre un 10,6 % y un 17,8 %, desde los 100.000 a 150.000 espectadores de las últimas cinco temporadas.

Para el presidente de la Asociación Portuguesa de Aficionados (APA), Costa Pereira, existen tres razones principales para esta caída: el precio de las entradas, el calendario y horario de los encuentros y las transmisiones televisivos

Sobre el precio de las localidades de fútbol, si bien equipos humildes, como el Estoril, ofrecen entradas desde 8 euros, las del derbi lisboeta Sporting-Benfica de la próxima semana cuestan de 25 a 55 euros, y el próximo encuentro del Oporto de 15 a 30.

Para muchos son precios imposibles de pagar, comenta Pereira, en medio de la grave crisis económica de Portugal, donde el salario mínimo es de 485 euros y el desempleo del 16,3 %.

Desde la Liga Portuguesa de Fútbol Profesional (LPFP) se apunta la subida del IVA en los deportes (hasta el 23 desde el 13 % a principios de año), como factor determinante de los altos precios.

Para Pereira, los otros dos factores de la bajada de asistentes, los horarios y las transmisiones televisivas, se relacionan entre sí, puesto que son decididos por el propietario de los derechos, Olivedesportos.

El presidente de la APA considera insostenible llenar estadios con jornadas de liga que a veces se desarrollan de jueves a martes, y con partidos disputados tarde, por la noche, antes de un día laboral.

Es una organización que "entiende el fútbol como un negocio y no como un espectáculo".

Sin embargo, la LPFP apela a la fuerte presencia de los clubes portugueses en competiciones europeas y a sus tiempos de descanso para justificar esas largas jornadas de liga.

La influencia de los derechos televisivos puede variar, según los expertos, si se centralizan y su negociación deja de ser individual para estar gestionada por la propia Liga, con un reparto más equitativo de los ingresos que ahora reciben en su mayoría los grandes clubes.

Según la LPFP, la centralización "duplicaría" lo que recibe cada conjunto y "permitiría crear condiciones para que desarrollen políticas que lleven más seguidores a los estadios", una medida esperada por Pereira para superar el actual "círculo vicioso".

"Los propios jugadores dicen que sin espectadores no están motivados, y si no están motivados el espectáculo sufre, y si no hay espectáculo los aficionados no acuden al campo", explica.

Sin embargo, a pesar de que la asistencias a los campos haya disminuido, los grandes claros en las gradas portuguesas no son novedad en sus estadios mastodónticos de pequeñas ciudades.

Entre ellos, el caso más paradigmático es el del Beira Mar, con un aforo de 31.100 personas para la ciudad de Aveiro que solo cuenta con 78.450 habitantes.

A nadie extraña que ese sea el Estadio con menos concurrencia de la liga.

También llama la atención la casa del Académica, con casi 30.000 butacas para las poco más de 140.000 personas que viven en Coimbra; o el aforo del Guimaraes que solo se llenaría si va al partido una quinta parte de la población de la ciudad.

Por suerte el Vítoria de Guimaraes cuenta precisamente con la cuarta afición que más acude al estadio, solo por detrás de las grandes escuadras lusas, Benfica, Oporto y Sporting de Lisboa, y por delante del Braga, que completa el póquer de clubes de referencia.

Esa fidelidad al estadio, según Pereira, se debe a la sabia política del Guimaraes, todo un "ejemplo" porque cuida y fomenta la afición regalando entradas o con actos de promoción y firma de autógrafos.

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