Los pilotos coinciden en que el paso en ascenso a Bolivia marcó etapa difícil

  • El argentino Orlando Terranova (Mini), ganador hoy de la séptima etapa del Dakar 2015, y el resto de los pilotos de la caravana coincidieron en destacar la dificultad que planteó la altitud en esta especial que unió la ciudad chilena de Iquique con la boliviana de Uyuni.

Uyuni (Bolivia), 10 ene.- El argentino Orlando Terranova (Mini), ganador hoy de la séptima etapa del Dakar 2015, y el resto de los pilotos de la caravana coincidieron en destacar la dificultad que planteó la altitud en esta especial que unió la ciudad chilena de Iquique con la boliviana de Uyuni.

"No ha sido fácil navegar. Complicada pero, bueno. Tenemos que trabajar en el auto ahora y volver a Chile para que el equipo pueda ponerse manos a la obra", declaró 'Orly' Terranova.

"Hemos mejorado, pero tenemos que buscar no cometer errores. Creo que vamos a llegar y el año que viene estaremos ahí peleando", añadió el argentino.

El líder de la clasificación general, Nasser Al-Attiyah (Mini), también hizo hincapié en la exigencia física de la altitud.

"No ha sido que la etapa fuera difícil, ha sido la altitud. He tenido que parar tres veces a vomitar. Y me dolía la cabeza", reveló.

"El coche está en perfecto estado y solo le vamos a cambiar los neumáticos. Hacerle algunos controles y ya a descansar, pero antes voy a pasarme por el servicio médico a que me ausculten", añadió el catarí.

Nani Roma (Mini) volvió a demostrar su alegría por otra etapa de buen rendimiento y manifestó que "más o menos" administró la situación, pese a que al llegar a Uyuni sintió mucho dolor de cabeza.

"Espero que esa situación no me impida dormir bien esta noche porque estamos muy motivados para terminar esta etapa maratón", agregó.

El segundo en la clasificación, el sudafricano Giniel De Villiers (Toyota), se declaró satisfecho por haber recortado casi tres minutos al líder y listo para la vuelta a Iquique.

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