Los Pumas mostraron sus garras de cara al Mundial de Japón-2019

  • Cuando Daniel Hourcade, inició su andadura como seleccionador argentino en 2013, se fijó como objetivo armar un equipo competitivo de cara al Mundial de Japón-2019. Un trabajo de seis años en el que el primer banco de pruebas sería Inglaterra-2015.

El test del Mundial fue bien y la selección albiceleste terminó cuarta, tras perder contra Sudáfrica (24-13) en el duelo por el tercer lugar.

"Soñamos con ser campeones del mundo. El objetivo nuestro es el Mundial de 2019. No se adelantó. Estamos haciendo las cosas y se están dando los resultados, pero el objetivo a mediano plazo era este Mundial y el gran objetivo es 2019. No es solo un equipo, sino una estructura", afirmó Hourcade.

Los Pumas tienen cuatro años para afilar sus garras en el Rugby Chmpionship y en el Súper Rugby, el campeonato profesional del Hemisferio Sur, al que entra Argentina con una franquicia desde 2016.

"Es muy importante tener competencia para mejorar y Argentina va a tener esa competencia. El Super Rugby, es la NBA del rugby y Argentina va a tener esa posibilidad de jugarlo. Lo único que pueden hacer los Pumas es mejorar, seguir mejorando", afirmó Agustín Pichot, exjugador de los Pumas y nuevo miembro de comité ejecutivo de la World Rugby.

La Unión Argentina de Rugby (UAR) ha decidido que solo los jugadores que estén en la franquicia podrán jugar en la selección. De este modo, entre el Súper Rugby y el Rugby Championship, los Pumas tendrán casi 30 partidos al año de primer nivel.

De los 31 jugadores del plantel del Mundial-2015, tres cuartas partes han firmado por la franquicia.

"Es un equipo muy joven y está lejos de su techo. Con el Rugby Championship y la franquicia tendremos 27 partidos por año y podemos crecer. Solo se puede ver un gran futuro para el rugby argentino", afirmó Hourcade.

La camada nacida en este Mundial, con jugadores como Santiago Cordero (21 años), Guido Petti (21), Julián Montoya (21), Matías Moroni (24), Jerónimo de la Fuente (24), Matías Alemanno (23), Facundo Isa (22), Tomás Lavaini (22), Pablo Matera (22) o Lucas Noguera (22) hace que los Pumas vean con optimismo el Mundial de 2019.

"Creo que el equipo podrá llegar a la final dentro de cuatro años", señaló el tercera línea Juan Martín Fernández Lobbe, que con casi 34 años, es uno de los que deja los Pumas, junto a Horacio Agulla, Marcelo Bosch o Marcos Ayerza.

Hourcade ha dado a los Pumas una impronta particular. El equipo que ganó la medalla de bronce en el Mundial de 2007 se basaba en la fuerza de su pack, mientras este grupo que terminó cuarto en 2015 destaca por sus destrezas, gracias al sistema de ataque implantado por el técnico.

"Nuestro equipo intenta generar cosas. Es un dinámica de ataque en la que nos sentimos cómodos y a los jugadores le gusta ese juego", afirma Hourcade.

"En 2007 éramos un gran equipo, pero éste es más ofensivo", confirmó el wing Horacio Agulla.

Daniel Hourcade ha puesto las bases del equipo para el Mundial de 2019, pero en la rueda de prensa posterior al partido por el tercer puesto, dejó planear dudas sobre su presencia en este torneo de Japón.

"Si hay un arreglo para seguir sería por dos años. Me parece prudente llegar hasta ahí y analizar, porque se genera un desgaste lógico. Si en dos años estamos bien y las cosas van bien, me parece bárbaro seguir. Hay que entender también que uno de los objetivos era ampliar la base jugadores y también de entrenadores, y una vez que está eso me parece bárbaro que haya caras nuevas. Los ciclos se cumplen", lanzó, enigmático.

Con o sin Hourcade, los Pumas llegarán con las garras muy afiladas al Mundial de 2019.

psr/jt

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