Los triunfos olímpicos de Clay, Bikila y Rudolph cumplen medio siglo

  • Madrid.- Los triunfos olímpicos de figuras legendarias del deporte universal como Cassius Clay, Abebe Bikila o Wilma Rudolph cumplen medio siglo, el que ha pasado desde la celebración de los Juegos de Roma'60, los primeros trasmitidos en directo por televisión.

Los triunfos olímpicos de Clay, Bikila y Rudolph cumplen medio siglo
Los triunfos olímpicos de Clay, Bikila y Rudolph cumplen medio siglo

Madrid.- Los triunfos olímpicos de figuras legendarias del deporte universal como Cassius Clay, Abebe Bikila o Wilma Rudolph cumplen medio siglo, el que ha pasado desde la celebración de los Juegos de Roma'60, los primeros trasmitidos en directo por televisión.

Los Juegos no serían lo que son hoy -quizás ni siquiera existirían- sin los ingresos y la repercusión de la televisión. Tampoco los atletas habrían adquirido, sin las cámaras, su actual dimensión de superhéroes. Y todo empezó en Roma.

Compitieron en la capital italiana 5.348 atletas de 83 países (16 más que cuatro años antes), entre ellos España, que volvía al redil olímpico después de haber boicoteado los Juegos de Melbourne'56 en protesta por la invasión soviética de Hungría.

Roma'60 deparó incontables momentos para la historia del deporte. Cassius Clay, luego Mohamed Ali, inscribió su nombre en los libros olímpicos al ganar en Roma la categoría de los semipesados. Tenía apenas 18 años y se impuso en la final al polaco Zbigniew Pietrzykowski, de 25 y triple campeón europeo, por decisión unánime de los jueces.

Clay, que en cuanto regresó a su país se pasó al profesionalismo, contó en su autobiografía que poco después arrojó la medalla olímpica al río Ohio, furioso porque se negaron a atenderle en un restaurante sólo para blancos.

Aunque hay distintas versiones sobre el destino de aquella medalla, el caso es que el COI se la restituyó al boxeador durante los Juegos de Atlanta'96, en los que fue el encargado de encender el pebetero en la ceremonia inaugural.

Los Juegos de Roma también dejaron para la posteridad la imborrable imagen del etíope Abebe Bikila cruzando con los pies descalzos la línea de meta del maratón. Fue el primer africano de raza negra que se convirtió en campeón olímpico.

Bikila disputaba el tercer maratón de su carrera y estableció una mejor marca mundial en 2h.15:16.2, aventajando con claridad al que partía como favorito, el marroquí Rhadi ben Abdesselem, en una carrera que se disputó de noche por las calles de Roma.

Fueron también los Juegos de la atleta estadounidense Wilma Rudolph, 'la gacela negra', que se proclamó campeona de los 100, los 200 y los 4x100 metros y dio a conocer al mundo su asombrosa historia de superación personal.

Rudolph pasó media infancia con la pierna izquierda inmovilizada a causa de una poliomielitis. A los once años se libró finalmente de los aparatos ortopédicos y comenzó a practicar deporte con tal tesón que a los 16 se clasificó para los Juegos de Melbourne'56, donde ganó la medalla de bronce en el relevo. Cuatro años después, en Roma, se consagró como la mejor velocista del planeta.

La lucha contra el dopaje recibió un empujón definitivo después de que en los Juegos de Roma muriese un ciclista, el danés Knut Jensen, tras desmayarse y romperse el cráneo durante la contrarreloj por equipos. La autopsia reveló que había hecho uso de un vasodilatador, aunque se declaró un golpe de calor como causa oficial de su fallecimiento. El COI puso en marcha los mecanismos que desembocaron en la práctica de controles antidopaje sistemáticos a partir de los Juegos de 1968.

La soviética Larisa Latynina, la deportista que más medallas olímpicas ha conseguido, 18, se hizo en Roma con seis de ellas, incluidos los oros individual absoluto, por equipos y en suelo.

Gracias a atletas como Latynina, la Unión Soviética ganó el medallero final de los Juegos de Roma, con 103 trofeos, 43 de ellos de oro, por delante de Estados Unidos, Italia y de las dos Alemanias, que compitieron con un equipo unificado con la novena sinfonía de Beethoven como himno.

Fueron los últimos Juegos, antes de un largo paréntesis, para Sudáfrica, que no volvió a ser olímpica hasta Barcelona'92 debido a su política de 'apartheid', que el COI condenó.

Italia homenajeará durante las próximas semanas a los héroes de aquellos Juegos. Será una celebración del pasado con los ojos puestos en el futuro: Roma tiene previsto pedir los Juegos de 2020. Su historia y las más de 600 medallas olímpicas ganadas por Italia avalan sus aspiraciones.

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