Luis Suárez salva a Luis Enrique del cataclismo

No fue titular, ni marcó, pero Luis Suárez fue el salvador del Barcelona en Almería, donde se asomó al abismo durante 72 minutos. Los que tardó el uruguayo en regalar un gol a Neymar, también suplente, y enderezar el rumbo de un equipo otra vez dubitativo durante mucho tiempo. Suárez fue el único actor capaz de alterar un guión preocupante para el Barcelona. Diez minutos después se inventó otro servicio también desde el costado derecho que aprovechó un Alba que se filtró a la perfección en el segundo palo y fue detectado con precisión por el fichaje estrella del club para esta temporada.

Sorprendió Luis Enrique de inicio al degradar a Luis Suárez y Neymar, que empezaron el partido en el banquillo. Cuesta entender alguna política de rotación teniendo en cuenta que no hay partido entre semana y que los jugadores se fugan con sus selecciones. Desde el banquillo asistieron al desplome del Barcelona, que encajó un gol tras una pérdida de Neymar convertida en una contra fulgurante rematada por Thievy y a la intrascendencia de Munir y Pedro, promocionados ante la suplencia del uruguayo y el brasileño.

Optó esta vez Luis Enrique por Rafinha, Rakitic y Busquets en el centro del campo y una vez más volvió a naufragar. Una de las cosas que más impacta de este Barcelona es su incapacidad para gobernar los partidos. "Ha sido el peor partido desde que soy entrenador del Barcelona", reconoció el entrenador en rueda de prensa. La inoperancia de los centrocampistas obliga a Messi a retrasarse cada vez más y perderse en conducciones trabajosas. No hay mucho movimiento de futbolistas sin balón y el argentino, en muchos tramos del partido, se convierte en un traslador de la pelota. Buscando resquicios y sin apoyos, perdió un balón que terminó en el gol de Thievy. La velocidad del delantero del Almería sacó los colores a Bartra, otra vez titular por delante de Piqué. "El Almería nos ha dejado espacios por fuera y ha buscado la estrategia y la contra".

No tardó Luis Enrique en poner sobre el césped los mejores delanteros que el dinero ha podido comprar las dos últimas temporadas. Entraron Neymar y Luis Suárez, por los que el club ha desembolsado más de 160 millones. El uruguayo fue el mejor de su equipo. Estrelló un balón en el larguero, erró por centímetros un disparo cruzado tras una excelente maniobra personal y dio dos goles. El curso pasado en el Liverpool presentó una tarjeta con 21 pases de gol. Su irrupción evitó el cataclismo que se cernía sobre el Barcelona, que durante tiempo flirteó con su tercera derrota consecutiva, algo que no ocurre desde 2003.