Madrid y Atlético se reparten ocasiones, paradones y puntos... pero ningún gol

  • El equipo blanco y el colchonero empatan a cero en un estadio Bernabéu donde los locales no ganan a los colchoneros desde hace siete años ya.
Real Madrid-Atlético de Madrid
Real Madrid-Atlético de Madrid
Efe

El Real Madrid ha salido esta noche del derbi frente al Atlético de Madrid con la frustración de no haber logrado llevarse a casa tres buenas noticias en una. La primera, haberse impuesto a su archienemigo de la capital después de seis años sin ganar un derbi madrileño en el Santiago Bernabéu. La segunda, quedarse a solas en el liderato de LaLiga después del empate de su compañero en lo alto de la clasificación, el Fútbol Club Barcelona. Y la tercera, y quizá la más importante, porque puede ser una causa de inestabilidad creciente, haber recuperado la confianza en sí mismo tras la dura derrota cosechada el pasado miércoles en Sevilla y que había empezado a levantar ciertas dudas en el conjunto de Julen Lopetegui.  Dos partidos seguidos sin marcar y el recuerdo de Cristiano que volverá a copar las páginas de los medios deportivos. 

Porque no llegó el gol que podría haber logrado todo eso de un plumazo. Empate a cero y reparto de todo: puntos, ocasiones y paradones de los respectivos porteros. El Atlético sigue siendo un hueso demasiado duro de roer para los blancos en la competición liguera.

Ambos equipos se plantaron en Chamartín con el guion esperado. Un Atlético de Madrid firme y peligroso en las transiciones rápidas, con Lemar de gran agitador en la mediapunta; y el Madrid, paciente en la creación de las jugadas. Con estos mimbres, y de haber sido un combate de boxeo, el conjunto rojiblanco se habría llevado la partida en el primer periodo, ya que fueron los de Simeone los que gozaron de dos claras ocasiones de Antoine Griezmann y de Diego Costa, que desperdiciaron sendos mano a mano ante un Thibaut Courtois que se les hizo demasiado grande y firmó sus mejores minutos como blanco.

De vuelta de los vestuarios, la sorpresa fue encontrarse con Dani Ceballos en el equipo, en sustitución de Bale (al parecer, por problemas musculares del galés). El andaluz ya había calentado desde mediada la primera parte y su irrupción tras el descanso desniveló el choque a favor de los blancos. Sin ocasiones claras, pero con peligro constante sobre el área colchonera, el Madrid se adueñó del centro del campo en torno al ex del Betis y la balanza se fue decantando minuto tras minuto. 

La gran oportunidad vino con una ocasión de oro de Marco Asensio que se plantó solo frente a Oblak y el portero esloveno logró repeler con un manotazo espectacular la bola que el delantero intentó elevarle. La adrenalina subió entre los locales y el viento a favor soplaba tanto que Simeone reaccionó metiendo músculo con Thomas a un centro del campo totalmente dominado por el Madrid. Y le salió bien, ya que el Atlético cortó las oleadas blancas y rebajó las revoluciones... durante unos pocos minutos que el Madrid usó para recuperar aire. 

Volvió el asedio sobre el área atlética, con una nueva ocasión de Carvajal, balones colgados, lanzamientos de esquina... y el partido que se adentró en sus últimos quince minutos todavía con el marcador tal y como había comenzado la contienda. Más tensión, emoción y hasta el estreno en liga con el Madrid del joven brasileño Vinicius, que tuvo solo cinco minutos pero que se echó el equipo a la espalda con su electricidad desde la banda izquierda. Demasiado tarde. O demasiado Atleti enfrente, que ya se ha ganado el derecho de ser uno de los visitantes más incómodos del Bernabéu en lo que va de década. Desde luego, demasiada liga queda todavía por delante. 

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