Málaga 1-0 Milan: mucho boquerón para el siete veces campeón

Lo del 'euroMálaga' empieza a ser de película . Después de ganar al Zenit y al Anderlecht en las dos primeras jornadas de la Champions League, en los que eran los primeros partidos del club andaluz en la máxima competición europea, se ha confirmado como el equipo revelación al vencer a todo un siete veces campeón de Europa, el Milan.

Aunque los 'rossoneri' no están pasando por su mejor momento, un partido de este calibre es siempre muy complicado de ganar. Y más si enfrente se tiene a un león herido, con necesidad de ganar y aún más necesidad de puntuar. Por ello, Allegri no se cortó a la hora de salir en La Rosaleda con cinco defensas.

La invitación de coger el balón la aceptó de buen grado un Málaga que, sin embargo, se estrelló una y otra vez contra el cerrojazo italiano. Tan solo en un par de ocasiones pudieron los 'boquerones' probar a Amelia. La más clara la tuvo Joaquín justo al borde del descanso en forma de penalti. El andaluz lo tiró al centro pero tan elevada que golpeó el larguero y se marchó a las gradas. Sus compañeros se fueron a animarle y La Rosaleda coreó su nombre cuando el árbitro señaló el descanso.

El paso por vestuarios le vino mejor al Málaga. Pellegrini exhortó a los suyos a abrir más el campo y a jugar mucho más rápido. Por contra, Allegri pareció decir a los suyos que debían cerrarse más.

Isco empezó a campar a sus anchas por el centro y Joaquín, recuperado del penalti, siguió dando dolor de cabeza a la defensa milanista con sus jugadas por banda. Ninguno de los dos parecían capaces de contactar con un Saviola que no se cansaba de zigzaguear entre los centrales.

Joaquín, capítulo segundo

Sin embargo, fue Iturra el que encontró el hueco en la defensa milanista. El medio elevó el balón, que le llegó plácidamente a Joaquín. El andaluz controló y batió por el palo corto a Amelia volviendo a ser el héroe de sus aficionados, como ya hiciera el fin de semana pasado ante el Valladolid, fallando un penalti para a continuación anotar el gol de la victoria.

Allegri, con la soga al cuello, se jugó el todo por el todo metiendo a Pato y a Bojan. El partido se abrió y, por momentos fue un correcalles. En ese momento, el Málaga pareció un equipo curtido en mil batallas porque fue capaz de volver a serenar el ritmo del encuentro, obligando a los milanistas a correr en la presión.

Pese al corto resultado, el Málaga llegó al final del partido sin sufrir. Caballero apenas tuvo que volver a mancharse los guantes, dando muestra de la seguridad defensiva de un Málaga que aún no ha encajado un gol en Champions. Los 'boquerones' son más líderes del grupo C y están a un paso de los octavos de final.