Málaga 1-3 Barcelona: Pellegrini no se llevó la victoria pero sí los aplausos

    • Pellegrini planteó un partido de tú a tú contra el equipo de Tito.
    • Un fallo de Camacho supuso el primer gol del Barça y lastró al Málaga.
Pellegrini, en la banda
Pellegrini, en la banda
Álvaro de Grado
Alex Fontes
Alex Fontes

El "fútbol te devuelve lo que le das" fue uno de los lemas que promovió el Barça de Guardiola, pero si hay alguien en los últimos tiempos que está haciendo válida la frase es Manuel Pellegrini. Este domingo, como muchos otros equipos, perdió ante Tito, pero el técnico chileno fue fiel a su estilo, aunque no se llevó puntos, sí que se llevó el aplauso y reconocimiento de la grada de la Rosaleda

El entrenador del Málaga ya se había vengado hace unas jornadas del equipo que no lo despreció y contra el Barça no ha ganado, pero ha demostrado que al conjunto de Tito se le puede poner en dificultades. Aunque el resultado pueda parecer engañoso. El líder indiscutible de la Liga, campeón de invierno y el equipo que tiene en sus filas al Balón de Oro y el de Bronce, tuvo que emplearse a fondo para doblegar al incómodo Málaga de Pellegrini.

La carrera de Pellegrini en España es la de un entrenador poco ruidoso al que no le tiembla el pulso cuando debe tomar decisiones. Creyó en sus decisiones cuando su Villarreal solo ganó tres puntos de quince y siguió jugando igual. El grupo que dirigía acabó llegando en una ocasión a las semifinales de Champions y proclamándose subcampeón de Liga, fue la última ocasión en la que un equipo se intercaló entre Madrid y Barcelona.

Cuando tuvo que prescindir de su mejor jugador para preservar el conjunto no dudo, Riquelme dejó el Villarreal, en el Real Madrid no le gustó la falta de sacrificio de Guti y lo apartó del once. El técnico siempre ha tenido claro cuán fundamental es la gestión de la plantilla. Alguna vez dijo que los futbolistas necesitan que se les digan las cosas a la cara para que sean los líderes de la plantilla, los que hablen, tiren del vestuario y formen un grupo positivo.

Con esos conceptos y cuando las cosas no iban bien en la ciudad andaluza, llegó y resucitó a un Málaga al borde del descenso. Creyó en su fútbol y en los jugadores con los que contaba. Rafael Pineda en "El País" de este domingo que tal era la convicción del técnico chileno, que tuvo que hipotecar su palabra para conseguir que varios jugadores no abandonaran la institución cuando el jeque empezaba incumplir. Todo sin hacer demasiado ruido.

Pellegrini es un ejemplo extraño en mundo del fútbol, al contrario que otros técnicos siempre ha tenido claro que la confianza de los jugadores no se la ganaría con gritos, así lo reflejó en una entrevista en El Mundo cuando era entrenador del Villarreal, "En la profesión de entrenador, como en otras, a menudo se confunde poder con autoridad. Son cosas distintas. El primero te lo da el cargo. La autoridad se basa en un principio de liderazgo que se consigue cuando convences a la gente de lo que haces y por qué. Es entonces cuando el jugador no siente dudas."

Con esa autoridad convenció a sus jugadores de que no eran inferiores al Barcelona. Con la cabeza levantada, mirando a los ojos y tuteando a todo un Barcelona, los Isco, Joaquín o Demichelis retaron a los azulgranas al mismo juego que llevan tiempo poniendo en práctica: posesión y toque.

La valentía y arrojo del equipo malacitano no dieron resultados, el maestro ganó al aspirante, pero el equipo andaluz dejó buenas maneras. Dentro de tres días volverán a encontrarse y el Barcelona ya sabe que tendrá delante un equipo trabajado y motivado, en eso mucha culpa la tiene la cabezonería silenciosa del técnico chileno.

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