Manchester City, al asalto de la Champions a base de talonario

  • El Manchester City, actual campeón de la liga inglesa y encuadrado en el grupo D de la Liga de Campeones junto al Real Madrid, el Ajax y el Borussia Dortmund, confía en su inversión millonaria de los últimos años para alcanzar las últimas fases de la máxima competición continental.

Guillermo Ximenis

Londres, 30 ago.- El Manchester City, actual campeón de la liga inglesa y encuadrado en el grupo D de la Liga de Campeones junto al Real Madrid, el Ajax y el Borussia Dortmund, confía en su inversión millonaria de los últimos años para alcanzar las últimas fases de la máxima competición continental.

El equipo menor de Manchester, liderado en el campo por el argentino Sergio "Kun" Agüero y propiedad del jeque Mansour bin Zayed, despegó definitivamente hacia la cima del fútbol inglés el pasado año, tras varias décadas de oscuridad en las que llegó a quedar relegado a la tercera división.

Un gol del "Kun" en el último minuto del último encuentro de liga el pasado curso significó el primer gran triunfo del proyecto a largo plazo del técnico italiano Roberto Mancini y permitió a una generación de seguidores "citizen" contemplar por vez primera cómo sus jugadores ganaban la Premier, lo que no sucedía desde 1968.

A pesar de que los de Mancini deslumbraron con su fútbol de ataque durante gran parte de la temporada, la primera Liga de Campeones que disputaba el club en su historia se les atragantó a las primeras de cambio.

Tanto el Bayern de Múnich como el Nápoles les pasaron por delante en la primera fase, en un grupo en el que también quedó apeado de la competición el Villarreal.

La apuesta de esta temporada del Manchester City no es muy distinta a la del pasado curso y Mancini solo ha requerido hasta el momento un refuerzo para su defensa, el internacional inglés Jack Rodwell, por el que el Everton ha recibido 12 millones de libras (15 millones de euros).

Tras descartar la contratación del holandés Robin Van Persie, que recaló finalmente en el vecino Old Trafford para jugar con el Manchester United, el ataque del City se sustenta este año en los mismos pilares que el curso anterior, si bien el club inglés no descarta incorporaciones de última hora a su plantilla.

Agüero estará apoyado en la delantera por el italiano Mario Balotelli, uno de los protagonistas de la Eurocopa de Polonia y Ucrania, así como por su compatriota Carlos Tévez, a quien Mancini recuperó al final de la pasada temporada tras una agria disputa entre ambos que apartó al argentino varios meses de los terrenos de juego.

En el centro del campo, el español David Silva y el francés Samir Nasri volverán a repartir el juego del equipo que más goles marcó en la última liga inglesa (93) y menos encajó (29).

A pesar de que este verano el Manchester City ha reducido el nivel de inversión en fichajes de las últimas temporadas, los "citizens" son el segundo club inglés que más millones ha gastado en fichajes en la última década.

Desde 2003, el City ha invertido 572 millones de libras en jugadores (715 millones de euros), solo por detrás el Chelsea, propiedad del petrolero ruso Roman Abramovich, que gastó 673 millones de libras (841 millones de euros).

Gran parte de esa inversión se produjo a partir de 2008, cuando Mansour bin Zayed, miembro de la familia real de Abu Dhabi, inyectó capital a la entidad y aceleró una recuperación deportiva que había comenzado en 2001, con el legendario Kevin Keegan en el banquillo.

Mansour inauguró su proyecto con un golpe de efecto, el fichaje del brasileño Robinho, una de las estrellas del Real Madrid, que llegó a Manchester por 42 millones de euros, el séptimo fichaje más caro de la historia del fútbol en aquel momento.

Aquel verano, el City invirtió un total de 120 millones de euros para formar el esqueleto del que estaba llamado a ser un equipo ganador.

Tévez, el togolés Emmanuel Adebayor, el marfileño Kolo Touré y el inglés Gareth Barry, junto a Robinho, revolucionaron a los "citizens" aquella temporada.

También aterrizó en Manchester Mancini, exdelantero de la Sampdoria, que amarró las riendas del equipo y renegó del modo de juego inglés, propenso a los balones largos hacia el área, para obligar a los suyos a bajar la pelota al césped.

La apuesta del italiano ganó en profundidad y calidad técnica con la llegada en 2011 de David Silva, procedente del Valencia, y rozó la excelencia con la incorporación el pasado verano de Agüero, predestinado a convertirse en al máximo goleador del equipo y por el que el Atlético de Madrid recibió 45 millones de euros.

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