Maradona va con el acelerador a fondo

  • Buenos Aires.- Diego Maradona dijo en sus tiempos de futbolista que vivía subido a un coche de Fórmula Uno. Después de varios choques se bajó, pero de vez en cuando le carga gasolina y sale a dar una vuelta.

Buenos Aires.- Diego Maradona dijo en sus tiempos de futbolista que vivía subido a un coche de Fórmula Uno. Después de varios choques se bajó, pero de vez en cuando le carga gasolina y sale a dar una vuelta.

Con el acelerador apretado hasta el fondo Maradona hace lo que a a pocos entrenadores se les ocurriría en estos tiempos: cargarse de presiones, provocarlas, sumarlas casi a diario tras haber disparado hace dos meses una frase explosiva que más tarde potenció todas las veces que pudo: "Nos jugamos la vida contra Brasil".

Pese a que quedan por delante 12 puntos en juego en las eliminatorias sudamericanas del Mundial 2010 y que Argentina necesita la mitad de ellos para ir al Mundial, 'Pelusa' afirma a cada rato que el del próximo sábado "es el partido a ganar".

"Sólo Maradona es capaz de una cosa así", dicen en su entorno y aseguran que "tiene las espaldas anchas para soportar el peso que sea necesario".

Cuando "Pelusa" estaba a punto de suceder a Alfio Basile como seleccionador en 2008, el periodista Daniel Arcucci, quien escribió los libros "Yo, el Diego de la gente" y "Conocer al Diego", dijo que estaba "arriesgando el mito Maradona".

Arcucci es, según Diego, el periodista que más le conoce, por lo cual la frase caló hondo en esos días y se convirtió en el rótulo de una situación que eclipsó durante semanas en el país a cualquier otro hecho vinculado al fútbol.

En ese momento los diarios de mayor venta de Argentina publicaban encuestas según las cuales entre el 70 y el 72 por ciento de los aficionados consideraban "un desacierto" el ofrecimiento al mejor jugador argentino de todos los tiempos para dirigir al equipo nacional.

El ex futbolista y poco experimentado entrenador habló entonces de su "sueño cumplido" y de un "nuevo desafío". Y salió contra la corriente con el objetivo de clasificar a la albiceleste a la fase final del Mundial de Sudáfrica, lo cual todavía no consiguió.

En las eliminatorias arrancó con una victoria en casa sobre Venezuela (4-0) y en la primera salida la caída no pudo ser peor. Bolivia apaleó a los albicelestes en La Paz con un 6-1 histórico.

Volvió a ganar en Buenos Aires ante Colombia (1-0), y otra vez en la altitud perdió frente a Ecuador (2-0), en Quito.

Esas dos derrotas le han hecho perder el sueño. "Espero como el agua el partido contra Brasil", "tenemos más hambre de gloria que ellos", "la cancha de Rosario Central es ideal para meter a Brasil con un arco", "necesitamos el aliento de la gente" y "fallamos en Quito y ahora no podemos equivocarnos", son algunas de las frases con las que ha llenado de presiones su mochila.

"Trato de entenderlo, nunca de juzgarlo. Es dificilísimo, porque Diego despierta odios y amores. En función de entenderlo fue que escribí, desde el corazón, que al asumir como seleccionador Diego estaba arriesgando el mito Maradona. Por eso no quería que asumiera", comentó Arcucci.

El morbo, que es parte del fútbol y de casi todo, hará foco en el banquillo argentino el sábado. Pero ello ocurrirá porque Maradona así lo prefiere.

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