La muerte del mejor futbolista de todos los tiempos conmocionó al mundo este jueves 25 de noviembre. Alrededor de las 17:30 H de la tarde se conocía el fallecimiento de Diego Armando Maradona, apenas semanas después de haber cumplido 60 años, a causa de un paro cardíaco. Una pérdida irreparable para el mundo del fútbol donde brilló en clubes como el Nápoles, el FC Barcelona y el Sevilla y alcanzó la gloria con Argentina en el Mundial de 1986. Precisamente antes de alzar la Copa del Mundo, 'el pelusa' dejó dos grandes temporadas de fútbol en Barcelona, donde destacaba tanto dentro como fuera del campo.
El 4 de junio de 1982 se hizo oficial el fichaje de Maradona por el Barcelona a cambio de 1.200 millones de pesetas (7,2 millones de euros), un dinero récord del cual dos tercios fueron a las arcas de Argentinos Juniors y otro tercio a Boca Juniors.
Maradona desembarcó en la Liga como estrella mundial y no defraudó consiguiendo 38 goles y 24 asistencias en 58 partidos, y alzando la Copa del Rey, la Copa de la Liga y la Supercopa de España antes de poner rumbo a Italia.
Además, copó portadas y titulares desde el punto de vista mediático sobre su vida en la ciudad condal. Josep María Minguella, representante de futbolistas que fue a fichar a Maradona a Argentina, desveló en 'El Partidazo de COPE' cómo era la vida del astro del balón en España.
"Maradona tenía un amigo que era Jorge Cyterszpiler y le hacía de representante. Era muy buena gente pero no tenía estudios y gastó mucho dinero en cosas para no hacer nada", señala Minguella.
"Alquiló en el edifico Trade, detrás de El Corte Inglés de la Diagonal, toda una planta carísima y se trajo una cocinera de Argentina, un contable, tres Mercedes... Esto produjo que gastase mucho en una época en que los jugadores no ganaban lo que ganan ahora. A nivel económico se crearon tensiones", añadió.
Una vida feliz... con un entorno grande
Maradona vivió finalmente en una mansión en Pedralbes, "una casa que no podía haber soñado ni en una película de Walt Disney". Tenía piscina, pista de tenis, vistas a toda la ciudad, al mar... "Estaba encantado. Vivía feliz", explica.
El principal problema era que en la vivienda siempre había gente nueva, que conformaba el amplio entorno de Maradona. Se había mudado a Barcelona junto a su novia Claudia Villafañe, que sería la madre de sus hijos, además de con sus padres y sus suegros. Un grupo de amigos también le acompañó.
"En aquella casa siempre había gente. Entrabas y a la derecha había una mesa grande en la que había gente comiendo a cualquier hora que fueses", recuerda Minguella.
Un hombre concentrado en el fútbol
A pesar del entorno y su carácter extrovertido, Minguella no está de acuerdo con las acusaciones de que llevaba una vida perjudicial para su carrera fuera del fútbol en Barcelona.
"Diego se cuidaba mucho. Recibía cada mes a un médico que venía de Milán para pincharle la espalda porque le dolía. Tenía un problema en una vértebra", cuenta.
"Era un loco del fútbol. En el día del partido no lo veías en el hotel. Estaba en la habitación, bajaba a comer y se volvía. Era un hombre concentrado con ganas de ganar siempre que junto a la calidad técnica, era lo mejor que tenía", concluye.
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