Maradona y Dunga: Dios frente al enanito de Blancanieves

Durante su trayectoria como futbolista, Carlos Caetano Bledorn Verri "Dunga" (31 de octubre de 1963, Ijuí, Río Grande do Sul) jugó en los principales equipos de Brasil (Inter de Porto Alegre, Corinthians, Santos F.C. y el Vasco da Gama) antes de dar el salto a Europa, donde recaló en las filas del Pisa, Fiorentina, Pescara y Stuttgart. Sus últimas "patadas" las dio en el Júbilo Iwata japonés, para posteriormente regresar al Inter de Porto Alegre, donde puso punto final a su carrera. Su apodo viene de Dopey, uno de los enanitos del cuento de Blancanieves. 

La carrera de Diego Armando Maradona (30 de octubre de 1960,Lanús, Buenos Aires) fue mucho más extensa y prolífica. En Cebollitas comenzó una aventura que ha maravillado a todos los aficionados al fútbol, y en la que equipos como Argentinos Juniors, Boca Juniors, Barcelona, Nápoles, Sevilla y Newell's old Boys tuvieron el privilegio de verle lucir sus camisetas. Un campeonato argentino vestido de xeneize, Liga, Copa y Supercopa con el Barça, y dos Scudettos, una Copa de Italia, una Supercopa italiana y la Copa de la Uefa en las filas del Nápoles fueron sus títulos a nivel de club.

Posiblemente no haya dos jugadores más distintos de lo que fueron en su día Maradona y Dunga. El seleccionador brasileño era un mediocentro defensivo de mucho trabajo y brega, posiblemente el más europeo de los futbolistas de primer nivel que ha dado el país carioca. Considerado por muchos como el mejor jugador de la historia, el 'Diego' era talento puro, imaginación, visión de juego, gol, rapidez, toque,… lo era todo.

Aunque con un balón en los pies eran completamente diferentes, los dos acabaron alcanzando la misma máxima cota profesional en un Mundial: ambos alzaron la copa de campeones como capitanes de sus selecciones (Maradona en 1986, en México, y Dunga en 1994, en EE.UU.)

En el momento de hacerse con el cargo de seleccionador nacional, Dunga y Maradona apenas tenían experiencia como técnicos, y aprovecharon sus logros como jugadores y su tirón mediático para convencer a los dirigentes de sus federaciones.

Pese a que con la prensa de Brasil ha mantenido una "guerra" prácticamente desde que asumió el puesto (no le perdonan el mal juego que práctica el equipo y el haber olvidado el 'jogo bonito' característico de etapas anteriores de la Seleçao), Dunga ha logrado en tres años como seleccionador (debutó el 16 de agosto de 2006) la Copa América de 2007 y la Copa de las Confederaciones de 2009. 

Maradona cumplirá el próximo octubre un año en el puesto de seleccionador nacional de Argentina. Asumió el cargo tras la renuncia de Basile, y su valedor fue Carlos Bilardo, que se incorporó a AFA (Asociación de Fútbol Argentino) como coordinador de las selecciones nacionales. En este tiempo, como es la tónica habitual a lo largo de toda su vida, ha tocado el cielo y el infierno: fue alabado tras el triunfo ante Venezuela por 4-0, y vapuleado por la vergonzosa derrota por 6-1 en La Paz ante Bolivia.

Con la clasificación del grupo sudamericano tal y como está (con Brasil encabezándola y Argentina en cuarta posición a 5 puntos, con cuatro partidos por disputar), Dunga puede dar la puntilla a Maradona y abocarle a disputar la repesca, mientras que si es el astro argentino el que gana la partida, logrará quela amainar la tormenta que le cae desde los medios deportivos, y traspasársela a su homónimo carioca.