La marcha mexicana espera poner fin a su travesía en el desierto

Potencia en el pasado en la marcha, México ha pasado a ser un actor secundario y llega a los Juegos Olímpicos de Rio-2016 con cautela pero con ilusión por reverdercer los laureles del pasado, especialmente con María Guadalupe González.

La última medalla para México en la caminata en una competición de máximo nivel de atletismo (Mundial o Juegos Olímpicos) se remonta a hace siete años, en el Mundial de Berlín, cuando Éder Sánchez, con 23 años, consiguió el bronce frente a la puerta de Brandenburgo en los 20 kilómetros.

Éder Sánchez llegó a ser sexto en los Juegos Olímpicos de Londres-2012, pero las lesiones no le permitieron tener continuidad.

"Se quieren aplicar metodologías de 70 o 80. Ahora hay atletas de 25 años que hacen marcas de 1h18. En los años 70 se ganaba con 1h24. Hay que estar innovando, es lo que hacemos, pero no se nos permite explotar el potencial", analizó Éder Sánchez en declaraciones a la AFP tras quedar decimosexto en el Mundial de Pekín, donde fue el mejor de los mexicanos en la distancia corta de la marcha.

Entonces soñaba con poder estar en la lucha por las medallas en los Juegos de Rio, pero no consiguió clasificarse y México estará representado en los 20 kilómetros por Julio César Salazar, Éver Palma y Pedro Gómez en categoría masculina y por María Guadalupe González, Alejandra Ortega y María Guadalupe Sánchez en la femenina. En los 50 kilómetros, que sólo se disputan en hombres, el trío azteca será Horacio Nava-José Leyver Ojeda-Omar Zepeda.

De todos ellos, el mejor puesto en los ránkings de 2016 es para María Guadalupe González, vigente campeona panamericana y que tiene el segundo mejor tiempo del año en los 20 kilómetros marcha (1h26:17), sólo superada por la china Hong Liu (1h25:56).

'Lupita' González logró además brillar en la Copa Mundial de marcha atlética de Roma, donde fue segunda, pero después ascendió al primer lugar por la descalificación de Hong Liu por dopaje.

La especialidad fue incluida en el programa olímpico, en su vertiente masculina, ya en 1908, pero hubo que aguardar hasta 1968, a la edición de Ciudad de México, para ver la primera medalla azteca en atletismo: la plata de José Pedraza en los 20 kilómetros.

Ahí comenzó un largo camino de éxitos, que en los Juegos de Montreal-1976 trajeron el primer oro para el país, para Daniel Bautista, también en los 20 kilómetros. Ese mismo año, en Malmoe, se organizó un primer campeonato mundial para marchistas, en el que Enrique Vera se llevó la plata en los 50 kilómetros.

En 1983 se disputó oficialmente el primer Mundial completo de atletismo, en Helsinki, y allí México sumó tanto su primera medalla como el primer oro para Latinoamérica, gracias a Ernesto Canto en esos mismos 20 kilómetros.

La gran confirmación llegó en los Juegos de Los Ángeles-1984, donde el boicot soviético eliminó contrincantes temibles a los mexicanos, que consiguieron los dos oros, en 20 kilómetros de nuevo con triunfo de Canto y en los 50 kilómetros, por primera vez, gracias a Raúl González, plata además en los 20 km.

El relevo generacional no fue sencillo y el país pasó una década casi sin grandes victorias, pero los Juegos de Barcelona-1992 trajeron un nuevo impulso, con la plata de Carlos Mercenario en los 50 kilómetros, antes de que en Atlanta-1996 Bernardo Segura se colgara el bronce en los 20 kilómetros.

En Mundiales, la sequía de catorce años sin medallas en marcha terminó a lo grande en Atenas-1997, donde Daniel García subió a lo más alto del podio en los 20 km y Miguel Rodríguez Gallegos consiguió un meritorio bronce en los 50 km. García fue luego bronce mundial, dos años después en Sevilla.

En Sídney-2000 llegaron las hasta ahora últimas medallas olímpicas mexicanas en marcha, la plata de Noé Hernández en los 20 kilómetros y el bronce de Joel Sánchez en 50 kilómetros, aunque las alegrías en la disciplina continuaron en los Mundiales.

En lo que va de siglo, México sumó dos bronces en Mundiales, el de Edmonton-2001 para Edgar Hernández en los 50 kilómetros marcha y el más reciente, el de Eder Sánchez en los 20 kilómetros marcha de Berlín-2009.

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