La española gritó de rabia después de salir victoriosa de una larga batalla de 90 minutos en los que se impuso en tres juegos (21-17, 15-21, 21-16).
Marín se llevó el primer juego de forma cómoda pero perdió la compostura en el segundo, donde empezó a frustrarse y a cometer errores no forzados, provocando que su rival pudiera igualar el encuentro.
Las cosas no mejoraron al inicio del definitivo parcial, Marín empezó perdiendo ante Sung por 13-8. Pero, en ese momento la vigente campeona del mundo sacó su mejor juego y ganó 10 puntos sin respuesta, dando la vuelta al partido.
Pese a esta gran victoria, que le da la posibilidad de revalidar título, la española se mostró cauta y preocupada sobre su rendimiento.
"Hoy, estuve nerviosa y a veces me enfadaba conmigo mismo porque no estaba pensando en lo qué tenía que hacer, estaba pensando en el marcador", dijo la campeona de Europa, de 22 años, a la prensa. "Eso me hacía enfadarme todavía más".
Marín se enfrentará en la final a la india Saina Nehwal (2ª) que eliminó en la otra semifinal a la indonesia Lindaweni Fanetri por un doble 21-17.
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