Mario Ledesma y un Argentina-Australia muy especial

  • "Le tocó entrenar ahí y va a hacerlo lo mejor posible para que Australia gane, pero eso no quiere decir que hinche por Australia". La frase es de Pablo Bouza, ayudante del seleccionador argentino Daniel Hourcade, en referencia a su compatriota Mario Ledesma, entrenador de scrum en el equipo de Australia.

Mario Ledesma tendrá un partido muy emotivo el domingo en Twickenham, en semifinales del Mundial de rugby entre Argentina, cuya camiseta defendió como hooker en 84 ocasiones y en cuatro Mundiales, y Australia, donde forma parte del equipo técnico, junto a su amigo, el hombre que lo llevó allí, el seleccionador Michael Cheika.

"Rezo todos los días para que no nos crucemos. Los sentimientos están ahí. No sé cómo reaccionaría", señaló Ledesma el pasado 27 de septiembre.

Esta semana ha decidido no hablar en un partido en el que se mezcla su gran amistad con Cheika y el cariño que ha tomado a Australia con el amor por su familia que son los Pumas.

"Mario prefiere no hablar con la prensa esta semana. Nos gustaría respetar sus deseos", afirmó este martes un portavoz de la selección australiana.

Quien sí habló fue Cheika, el hombre que lo llevó a la selección australiana. Ambos estuvieron una temporada juntos en el Stade Français de París, con las mismas misiones que tienen ahora.

"Será muy especial para Mario. Ya jugamos contra ellos en el Rugby Championship y habrá muchas emociones. No quiero que cambie su nacionalidad. Siempre se da al máximo en el trabajo, al 120 por ciento en el scrum y maul. Sé que tendrá una fuerte emoción", señaló Cheika.

Tras quedar fuera de los playoffs en Francia, el Stade Français no le renovó el contrato a Cheika, quien se volvió a Australia, por lo que Ledesma, por amistad con el hombre que le había dado una oportunidad de iniciar su carrera de entrenador, presentó la dimisión.

"Fue una cuestión de principios", dijo en 2012 el argentino tras desvincularse del equipo parisino, para estar dos años en Montpellier y decir que sí a la llamada este año de Cheika para acompañarle en la selección australiana.

Cheika recordó este martes por qué se fijo en Ledesma y le contactó para que uniera al equipo técnico del Stade Français.

"Cuando yo estaba ya en el Stade, lo veía como jugador en Clermont y en el Mundial de 2011. Lo quería traer a él y a Gonzalo Quesada, pero ambos estaban haciendo algo, Quesada con Francia, como entrenador de pateadores, y Ledesma como jugador. Me gustaba la combinación de ambos juntos, ya que tienen diferentes cualidades", explicó Cheika.

El australiano esperó un año hasta el retiro como jugador de Ledesma para llevarlo al Stade Français.

"Mario tiene el conocimiento, la técnica, la filosofía y la dedicación para ir hasta el final. Es alguien que es muy efectivo en su trabajo. Pasa tiempo reflejando lo que quiere hacer. No llega simplemente y dice: chicos, hagan esto", afirma Cheika.

"También agarra a los jugadores individualmente y les expone lo que espera. Lo hace muy bien en el aspecto humano, ya que llega a los jugadores de una forma muy positiva, tocando sus emociones", señala el técnico australiano.

"Y es que los australiano no son tan diferentes de los argentinos. Creo que es muy importante comprender cuando alguien conecta con el equipo. Los jugadores ven que no está por el dinero sino para sacar lo mejor de ellos", explica.

Las palabras de Cheika son corroboradas por el segunda línea Dean Mumm. "Mario tiene una influencia gigante en nuestros scrums", señala.

Julián Montoya, el joven hooker de la selección argentina, de 21 años, afirma que en Australia se nota la mano de Ledesma.

"Antes Australia no quería disputar los scrum y ahora es fuerte en ese aspecto. Ha mejorado", señala la alternativa a Agustín Creevy como hooker.

El domingo, pase lo que pase, Ledesma saldrá ganando. Aunque quienes conocen su gen competitivo saben que querrá que gane Australia.

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