Márquez, un título mundial que pudo haber llegado en su primera temporada

  • El español Marc Márquez ya pudo haber logrado el título mundial en su primera temporada en la categoría, tras proclamarse campeón del mundo de 125 c.c. en 2010, y a pesar de que el objetivo principal era completar un buen año mientras sumaba experiencia a los lomos de su Suter.

Phillip Island (Australia), 28 oct.- El español Marc Márquez ya pudo haber logrado el título mundial en su primera temporada en la categoría, tras proclamarse campeón del mundo de 125 c.c. en 2010, y a pesar de que el objetivo principal era completar un buen año mientras sumaba experiencia a los lomos de su Suter.

Aún así, su precocidad le permitió firmar un año repleto de éxitos, en el que consiguió el subcampeonato del Mundo, se proclamó debutante del año y consiguió el premio "Metraux" al mejor piloto, elegido por sus compañeros de Moto2.

Sólo una caída en los entrenamientos libres del Gran Premio de Malasia -penúltima prueba del Campeonato- impidió que el piloto de la escuadra CatalunyaCaixa pudiera disputar las dos últimas pruebas del calendario y luchar por el título de Moto2 en su primer año.

Márquez completó una temporada extraordinaria en la que su adaptación resultó meteórica y que hicieron posible un debut inimaginable ya que de los quince grandes premios que disputó, finalizó en el podio en once ocasiones, de las cuales siete fueron en forma de victorias, además de lograr siete mejores clasificaciones de entrenamientos en las quince sesiones cronometradas que disputó y en diez ocasiones finalizó en la primera fila de la formación de salida.

Los momentos álgidos de su temporada estuvieron, precisamente, en la remontada que protagonizó en Australia, cuando fue penalizado y tuvo que salir desde la última plaza para recuperar 35 posiciones y ocupar el tercer peldaño del podio o los 82 puntos que recuperó a partir de Holanda frente al alemán Stefan Bradl.

En su segundo año en Moto2, los problemas de visión surgidos como consecuencia de ese accidente truncaron su pretemporada, pero eso no amilanó al piloto del equipo CatalunyaCaixa, quien consiguió la victoria en el primer gran premio del año, en Catar, dejando entrever sus aspiraciones para la temporada.

Con dos victorias en los primeros tres grandes premios, Márquez empezó el curso con fuerza, hasta que una caída en Le Mans le hizo perder un liderato que recuperaría en Silverstone.

Desde Gran Bretaña, Marc Márquez dominó la clasificación general, imponiéndose en Assen y Sachsenring y consiguiendo seis victorias en ocho carreras.

Tras el parón estival, en el que Márquez pudo realizar la pretemporada que no había hecho antes su rendimiento fue espectacular, con cuatro victorias, en Indianápolis, Brno, Misano y Motegi, y un segundo puesto en Aragón.

Y, poco después, nuevo hito deportivo del campeón más joven de la historia de Moto2, que en Japón, tras quedarse clavado en la salida y afrontar la primera curva desde la vigésima novena posición, logró nada menos que la victoria.

A Sepang llegó con 53 puntos de ventaja sobre el segundo clasificado, el también español Pol Espargaró (Kalex), y con opciones de proclamarse campeón del mundo a falta de tres pruebas, pero una caída bajo la lluvia tropical de Sepang, cuando era virtual campeón, impidió la consecución del título en Malasia.

Siete días más tarde, en Phillip Island, Márquez sólo necesitaba dos puntos para conseguir el título y al fin pudo proclamarse campeón del mundo merced a la tercera posición con la que pudo celebrar su título desde el podio.

Con ocho victorias, siete mejores clasificaciones de entrenamientos y trece podios, el piloto español ha logrado su segundo título mundial, que le encumbra todavía más en el libro de historia del motociclismo mundial.

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