El noruego Andreas Mikkelsen (VW Polo-R) ganó el domingo el Rally de Australia, 13ª y última prueba del Mundial (WRC), delante del francés Sébastien Ogier, que ya tenía asegurado el título de campeón mundial.
"Es una conclusión perfecta. No tenía nada que perder", comentó el piloto noruego de 27 años.
Mikkelsen cosechó en este rally disputado en los alrededores de Coffs Harbour, unos 400 km al sur de Brisbane, el tercer éxito de su carrera en WRC, el segundo de esta temporada tras la victoria obtenida recientemente en Polonia.
"Este día tiene un sabor especial ya que se trataba de nuestra última presencia con esta escudería. Volkswagen me permitió escalar hasta la jerarquía del WRC. Estaba ansioso por ofrecerles una última victoria", añadió el noruego.
Mikkelsen superó en 14 segundos y 9 décimas a Sébastien Ogier, cuádruple campeón del mundo, y en 1 minuto, 12 segundos y 6 décimas el belga Thierry Neuville (Hyiunday i20), tercero.
Este último termina vicecampeón del mundo, detrás de Ogier. El francés, coronado por cuarta vez consecutiva, en Cataluña, ganó la Power Stage, firmando en total siete tiempos scratchs frente a 10 de Mikkelsen, de un total de 23 especiales disputadas.
Mikkelsen termina en el tercer puesto de la clasificación mundial, como las dos últimas temporadas.
"Vinimos para mostrar nuestra velocidad", comentó el piloto noruego, orgulloso de haber vencido a Ogier en forma regular.
En la especial ES20, Ogier dio una vuelta de trompo que le hizo perder 15 segundos y le impidió despedirse de su escudería con una victoria.
"Él (Mikkelsen) se merece esta victoria. Lo más importante es que la escudería se va del Mundial con una nueva victoria. Es un momento muy emotivo para mí. Tengo tanto que agradecer al equipo. Volkswagen fue una especie de segunda familia para Julien (Ingrassia, su copiloto) y para mí", expresó Ogier.
Esa especial de casi 32 km fue terrible para varios pilotos como Hayden Paddon, que iba segundo, debido a un problema de llanta; Bertelli, que rompió un diferencial, y Camilli, perjudicado por un problemas de frenos.
La especial llamada "Bucca", que en idioma indígena quiere decir "larga y ventosa", fue fiel a su reputación pero el polvo diseminado por el viento no impidió a Mikkelsen obtener el noveno de sus 10 tiempos scratchs del fin de semana.
Si embargo, el noruego no pudo acceder al segundo lugar del podio del campeonato al que tanto aspiraba.
El belga Thierry Neuville, que salió con 14 puntos de ventaja, defendió su segundo puesto en la clasificación y pudo conservar su título de vicecampeón.
"Conseguimos nuestros dos objetivos; un podio en la carrera y una segunda posición en el campeonato. Tuvimos un buen ritmo durante el fin de semana, es especialmente bonito terminar la temporada así", señaló Neuville.
El fin de la temporada estuvo marcada este año por la decisión de Volkswagen de abandonar el campeonato WRC, tras haber ganado durante cuatro años consecutivos los campeonatos de pilotos y escuderías.
Tras la decisión tomada a principios de mes por Volkswagen de retirarse del mundial, Mikkelsen, Ogier y el finlandés Jari Matti Latvala, que termina octavo tras haber perdido mucho tiempo desde la primera especial por un problema mecánico, deberán hallar una nueva firma la próxima semana.
"Espero verlos a todos de nuevo en Montecarlo", dijo Ogier tras cruzar la meta del rally de Australia.
Por su parte, el finlandés Esapekka Lappi (Skoda Fabia R5), que se clasificó octavo este domingo, se coronó campeón mundial de WRC2, último escalón antes de competir en la categoría superior del WRC.
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