Miles de alemanes se echan a las calles de Berlín para recibir a los campeones

    • Fiesta en las calles para dar la bienvenidaal equipo, de vuelta de Brasil con su cuarta estrella de campeón.
    • Centenares de personas congregadas en el aeropuerto de Berlin-Tegel gritaron tras el aterrizaje del avión.

El avión del equipo de Alemania, campeón del mundo de fútbol, aterrizó este en Berlín, donde desde la mañana se congregaron decenas de miles de aficionados para aclamar a sus héroes. Un gran camión trasladó a los jugadores hasta la Puerta de Branderburgo, en el corazón de la capital alemana, donde una marea humana celebraron junto a los jugadores el título de campeón.

Mario Götze, autor del único gol de la final contra Argentina, y el resto del conjunto fueron recibidos al grito de 'Fussballgott' -'Dios del fútbol'-, coreado por cerca de 400.000 aficionados concentrados ante la Puerta de Brandeburgo berlinesa.

La ciudad recibió a los campeones del mundo con una gran pancarta que con el lema'Gracias chicos. Campeones del Mundo 2014', en el mismo lugar en el que desde 2006 se han visto en pantalla gigante todos los partidos de Alemania en los Mundiales.

Al defensa le correspondió el honor de saltar al escenario tras Löw y el resto de equipo técnico, junto con Sami Khedira -de origen tunecino-, Lukas Podolski -raíz polaca- y Mesut Özil -origen turco-, además de Per Mertesacker -cien por cien alemán-.

El primer grupo parecía condicionado a reflejar el tejido de esa Alemania actual, integrada por personas de distintos orígenes y llegados en distintas oleadas de inmigración.

Les siguió una segunda ronda, con Klose y Götze entre otros, danzando al son de un 'así andan los gauchos (agachados), así andan los alemanes (saltando victoriosos)' que con seguridad no habría encajado bien un argentino con corazón dolido por la derrota en la final, de haber asistido a la fiesta.

Hubo muchos otros cantos de guerra -'así se ven los vencedores, shalalá-lalá', entre los más repetidos-, además del grito 'Deutschland, Deutschland', mientras discurría sobre la pasarela el resto de la selección, hasta llegar a Manuel Neuer y Philipp Lahm, el capitán.'Somos todos campeones del mundo'

El entrenador de la selección alemana de fútbol, Joachim Löw, rindió tributo en la emblemática Puerta de Brandeburgo de Berlín a los cientos de miles de aficionados que han animado al equipo en las últimas semanas hasta lograr la victoria en la final del Mundial de Brasil.

'Sin vosotros no estaríamos aquí. Somos todos campeones del mundo', aseguró Löw antes una enardecida marea de seguidores que desde primera hora de la mañana esperaba a su selección en la arteria que parte en dos el berlinés Tiergarten.

Y tras una pausa para comer unas salchichas, salió Löw al escenario ante la Puerta de Brandeburgo, seguido de todos los jugadores, ataviados con camisetas negras y un gran número 1 estampado en el pecho. Bailaron, saltaron y bromearon con sus aficionados, la mayoría con gafas de sol y rostros cansados tras el largo viaje desde Brasil.

'Esto es increíble', repetía el emocionado capitán, Philipp Lahm, con la copa dorada entre los brazos. Se trata del cuarto título mundialista de la selección alemana -tras los de 1954, 1974 y 1990- y el primero cuya celebración tiene lugar en la Puerta de Brandeburgo de Berlín, desde 1999 de nuevo sede del Gobierno y Parlamento alemán.

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