"Mista" concluye prematuramente su etapa en el Deportivo sin recuperar su mejor versión

A Coruña.- El delantero Miguel Ángel Ferrer "Mista" ha concluido prematuramente su etapa en el Deportivo, con el que llegó a un acuerdo ayer en el Servicio de Conciliación, Arbitraje y Conciliación para resolver su contrato, sin haber podido recuperar su mejor versión.

Una ilusión que tenía el jugador de Caravaca cuando fue incorporado en 2008 por el conjunto gallego tras otra etapa negra en el Atlético de Madrid.

En el Deportivo prolongó su calvario con las lesiones de pubis, que apenas le han permitido tener continuidad en los planes de Miguel Ángel Lotina, y no ha conseguido ser el delantero que brilló en el Valencia antes de iniciar un declive al que no ha sido capaz de poner fin.

El club coruñés ha concedido al futbolista plena libertad para negociar y formalizar relación con otro equipo y éste le ha perdonado, como contrapartida, el año de contrato que le quedaba en A Coruña, adonde llegó con la carta de libertad tras haber rescindido su contrato con el Atlético después de dos años nefastos.

En el conjunto rojiblanco sólo había visto puerta en tres ocasiones en treinta y cinco partidos de Liga, casi 1.400 minutos en el terreno de juego.

Una dinámica que se intuía por su rendimiento en los últimos años de su etapa en el Valencia, con el que había anotado un gol en la temporada 2005-06 y ocho en la 2004-05.

Números muy pobres con respecto a los que firmó en su mejor temporada, la 2003-04, en la que fue el máximo goleador nacional de la Liga con diecinueve dianas en el conjunto de Mestalla, en el que militó otras dos temporadas, con cinco y siete goles, respectivamente.

Su olfato se resintió desde aquella brillante temporada en el Valencia y Lotina se propuso recuperar su mejor cara, pero en la primera campaña como deportivista las lesiones musculares no le dieron demasiado respiro después del gol que anotó ante el Real Madrid en la primera jornada de Liga.

Siempre voluntarioso, Mista llegó a jugar infiltrado un partido de Copa de la UEFA, ante el Aalborg danés, en un desastroso partido del Deportivo, y se perdió el resto de la campaña 2008-09.

Inició el trabajo de pretemporada antes que el grueso del grupo y su esfuerzo tuvo premio en los amistosos de verano, en los que se le vio rendir a un nivel que abría, al menos, el camino a la esperanza.

Días antes del inicio de la Liga afirmó que estaba preparado "para ayudar al equipo" y sentirse "útil", y advertía de que la lesión de pubis estaba "olvidada".

En la práctica, Mista iniciaba la temporada como el cuarto delantero en los planes de Miguel Ángel Lotina, sólo por delante del sevillano Rodolfo Bodipo, pero el bajo rendimiento de algunos y las lesiones de otros le abrieron las puertas del once ante el Getafe.

Lo aprovechó con un gol y con una asistencia al brasileño Filipe Luis en una jugada en la que, si hubiera sido egoísta, probablemente habría marcado su segundo tanto de aquel partido que el Deportivo ganó a pesar de acabar con dos jugadores menos.

Fue su última gran actuación y su último gol, y aunque a finales de noviembre en una entrevista a EFE reconocía que con las lesiones había vivido "una pesadilla muy larga y quizás no se daba con la tecla de cuál era" la causa de las molestias, la alegría le duró poco.

Semanas después de haber marcado ante el Getafe, las molestias en el pubis reaparecieron y le obligaron a frenar su escalada en los planes de Lotina, que le había dado hasta entones 447 minutos.

El 20 de marzo, el preparador deportivista volvió a contar con él unos minutos ante el Valladolid después de tres meses fuera de sus citaciones, pero en el siguiente encuentro fue descartado después de que el técnico recuperara a Iván Sánchez "Riki".

Un mes después fue convocado nuevamente y tuvo la oportunidad de jugar en el estadio donde vivió sus mejores tardes como futbolista, Mestalla, donde jugó la segunda parte del encuentro con el Valencia.

A mediados de mayo Lotina reconoció que había hablado con Mista, que jugó 533 minutos a lo largo del campeonato, y aunque no quiso "airear" la conversación que tuvo con el murciano un par de meses antes, todo indicaba que pretendía prescindir de sus servicios.