Montjuic vestirá sus mejores galas nueve años después

  • Han pasado nueve años desde que Españalograra en su interior su primer título de la CopaDavis, pero elencanto y la funcionalidad del Palau Sant Jordi, la joya de lamontaña Olímpica de Montjuïc, todavía permanecen intactos.
Nadal niega estar bajo de ánimo y sí "feliz" por disputar una nueva final
Nadal niega estar bajo de ánimo y sí "feliz" por disputar una nueva final
lainformacion.com
lainformacion.com

La instalación diseñada por el japonés Arata Isozaki para losJuegos Olímpicos de Barcelona'92 ya ha cumplido 19 años de vida (fueinaugurada el 21 de septiembre de 1990) y este fin de semana locelebrará por todo lo alto, pues repetirá como sede de la final másimportante del mundo en el tenis por equipos, la Copa Davis.

Barcelona y el Sant Jordi están preparados para albergar el dueloentre España y la República Checa, como en 2000 lo estuvieron paraejercer como fondo de una foto hasta entonces inédita: la de losmiembros del equipo español levantando por vez primera la famosaensaladera de plata tras doblegar a Australia.


De hecho, el Palau Sant Jordi siempre ha estado preparado paracualquier cosa. Prince metió en su interior a 24.200 seguidores enun concierto celebrado en agosto de 1993. Bruce Springsteen,Madonna, Santana, Shakira, REM o Bon Jovi no anduvieron muy lejos deesa cifra en los años siguientes.


En este multiusos barcelonés caben todas las posibilidades ysuperficie imaginables, pues en su interior tan pronto se construyeuna pista de tierra batida (final de la Davis de 2000), como unapiscina gigante (Mundiales de natación 2003), un tartán de atletismo(Campeonato del Mundo en pista cubierta 1995) o un parqué para jugara baloncesto (final de la Euroliga 2003).

El Sant Jordi, con su recinto principal y otras siete salasanexas, lo mismo se convierte en un ring de lucha libre americana oen un sucio circuito de motocross que en una delicada pista dehielo, una rampa nevada gigante donde practicar los saltos de esquí,un selecto club musical o un macro espacio elegante y formal dondecelebrar una cena de gala.

Vuelve el mejor tenis

Nueve años después, el recinto vuelve a albergar una final de laDavis. Los que estuvieron en 2000 comprobarán que el Sant Jordi noha envejecido y que lucirá mejor si cabe que entonces.

Para empezar, se han reducido de 18.500 a poco más de 16.000 elnúmero de asientos, para que ningún espectador se pierda detalle delo que sucede en la pista, no como en la edición anterior, cuandohabían algunas localidades de visibilidad reducida.

Por el contrario, se han incrementado el número de palcos paraautoridades, empresas y compromisos comerciales e institucionales,pues habrá un total de 179 de los 127 que exige la ITF como mínimo.

La zona de entrenamiento, situada bajo una de las gradas de lapista central hace nueve años, se ha traslado al exterior delrecinto, donde se ha construido una carpa a tal efecto, lo que hapermitido reducir costes y convertir la central en una pista máscoqueta y de gradas más uniformes.

Igualmente se ha mantenido en la sala anexa a la principal, lazona de hospitalidad, con capacidad para 3.000 personas, pero se hacambiado la ubicación del 'village', que en su día se colocó dondeahora se ha levantado la carpa de entrenamiento y que ahora estarásituado en la explanada del anillo olímpico, un espacio de 51.000metros cuadrados integrado por tres plazas situadas en tres nivelesdiferentes y con excelentes vistas de Barcelona.

Se han mejorado y reubicado los accesos, y el público asistentedispondrá de 10.826 plazas para vehículos, además de otras 220plazas reservadas para autocar.

Ha pasado casi una década. Es cierto. Pero para el Sant Jordi, enconstante actividad, no pasan los años. La experiencia de 2000 haservido, además, para mejorar aún más sus prestaciones. El escenariode la final, una apuesta segura, no defraudará a nadie.

Mostrar comentarios