Moutko era el único candidato desde la retirada del diputado nacionalista Igor Lebedev. Ocupará el puesto hasta las próximas elecciones, en septiembre de 2016, y seguirá siendo ministro de Deportes.
"Estamos al borde de la bancarrota. Esto quiere decir que será necesario atraer nuevos patrocinadores y optimizar muy rápido los costes de la RFU", declaró el nuevo presidente, que ya dirigió la RFU entre 2005 y 2007.
"Pero antes de todo debemos construir un modelo de gestión coherente para el fútbol del país. Todo el mundo debe comprender que la RFU es la principal organización del fútbol en el país y que las primeras decisiones son tomadas aquí", añadió.
La RFU se encuentra en plena crisis después de la salida forzada en mayo de su antiguo presidente Nikolaï Tolstykh, que perdió un voto de confianza provocado por las dificultades económicas de la federación y los decepcionantes resultados deportivos.
Moutko, de 56 años, considera la clasificación de la selección rusa para la Eurocopa 2016 su prioridad. Dos años más tarde Rusia organizará el Mundial.
"Perderemos a toda una generación de jugadores si no nos clasificamos", dijo.
A principios de agosto el entrenador del CSKA de Moscú Leonid Slutsky fue nombrado seleccionador en sustitución del italiano Fabio Capello, que había dejado el puesto en julio.
Rusia ocupa la tercera plaza del grupo G de clasificación para la Eurocopa, a 8 puntos del líder Austria y a 4 de Suecia (2º), con la que jugará el 5 de septiembre. Slustky tiene cuatro partidos por delante para revertir la tendencia.
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