El técnico francés criticó duramente a sus jugadores por haberse negado a entrenar el pasado domingo. "Yo les intenté convencer de que no hicieran eso. Fue una aberración y una imbecilidad. Tanto yo como los miembros de la Federación tratamos de convencerles que no se podían permitir el lujo de hacer eso. Pero fue inútil", indicó.
Domenech lamentó la actitud del equipo y confesó que va a influir de cara al partido de mañana ante Sudáfrica. "Los jugadores se han dejado una gran cantidad de energía fuera del campo", y dejó claro que él es el único que hace el equipo. "A lo mejor algún jugador se niega a jugar. No sé que equipo alinearé en estas condiciones. Pero siempre he sido yo el que ha hecho la alineación", matizó.
Por su parte, el técnico galo se mostró totalmente de "acuerdo" con la sanción que la Federación ha impuesto a Nicolas Anelka. "Apoyo plenamente esta decisión. Nadie tiene derecho a comportarse de esta manera en un vestuario o en cualquier otro lugar. Los deportistas tienen que predicar con el ejemplo", subrayó.
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