Mundial 2010. El campeón se despide del Mundial tras un torneo decepcionante

  • Un empate ante Paraguay, otro anteNueva Zelanda y una derrota con Eslovaquia han dejado fuera de laCopa del Mundo a la selección italiana, vigente campeona, que harealizado un torneo decepcionante y para olvidar, en el que se hadespedido con sólo dos puntos y como colista de su grupo.
EFE

Con su eliminación, los dos finalistas del Mundial disputado enAlemania hace cuatro años, Italia y Francia, ya están fuera de lacompetición, pues los franceses quedaron eliminados hace dos díastambién tras haber realizado un torneo infame.

La de Francia fue la crónica de una eliminación anunciada, peroen el caso de Italia, el equipo llegó, a pesar de haber mostrado unaimagen futbolística deplorable, vivo al último encuentro.

Sin embargo, la selección eslovaca, a base de orden e intensidaden el juego, le superó con más diferencia de la que quizá refleja el3-2 final.

La vieja leyenda de que Italia accede casi a rastras a lassegundas fases de los mundiales se derrumbó en el estadio Ellis Parkde Johannesburgo, un recinto que los seguidores del equipotransalpino incluirán en la lista de escenarios negros de lahistoria de su selección.

Ya en el partido inicial del grupo, ante Paraguay, quedó claroque Italia no estaba a la altura de lo esperado. Nunca tuvoargumentos consistentes en aquel encuentro y sólo una acción aisladale permitió empatar contra el equipo sudamericano, mucho más sólidoy que ha sido a la postre el líder del grupo.

Algunas alarmas más se encendieron con el pírrico empate anteNueva Zelanda, un equipo limitado, cuyos jugadores habían dicho quesu objetivo era demostrar que no iban a ser el hazmerreír delMundial. No lo han sido. Se han marchado a casa con tres empates yun punto por delante de Italia.

La igualada ante Nueva Zelanda se resolvió gracias a un gol depenalti en el segundo periodo del partido, sin que Italia demostraraser un campeón que se medía a un rival sin más pretensiones que norecibir goleadas.

La puntilla la ha puesto Eslovaquia, el único equipo de los 32del Mundial que nunca había disputado este torneo. A base de oficioy convicción, con orden y consistencia, doblegó a los italianos, quesólo ofrecieron diez minutos finales heroicos en los que, igual queperdieron, pudieron empatar, lo que les habría metido en losoctavos.

Parece, pues, que el proyecto de Marcello Lippi ha concluido. Eltécnico italiano contó con el bloque que fue campeón en Alemania,pero ahora no le funcionó. Muchos de sus jugadores eran ya veteranosentonces. Ahora, su experiencia no ha sido suficiente y por ello sepresentan en el horizonte tiempos de profunda renovación.

Sobre el césped de Ellis Park hubo seis futbolistas que, biencomo titulares, bien como suplentes, jugaron aquella final (FabioCannavaro, Gennaro Gatusso, Gianluca Zambrotta, Andrea Pirlo,Vincenzo Iaquinta y Ddaniele de Rossi), mientras que el porteroGianluigi Buffon no jugó por la hernia discal que padece.

La experiencia de la defensa no fue suficiente, los delanterosrecibieron pocos balones y no estuvieron acertados y en el centrodel campo faltó un canalizador, ya que Riccardo Montolivo nunca lofue.

Lippi, a la desesperada, echó mano del maltrecho Pirlo para queresolviera el problema en los 35 minutos finales del partido anteEslovaquia. Sus argumentos no fueron suficientes pese a que elequipo mejoró.

La eliminación de la selección italiana no admite excusas. Elnuevo ciclo de la Azzurra comenzó en una fría tarde del inviernosudafricano, a 8.000 kilómetros de distancia de casa.

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