Catar acaparará todos los focos del planeta fútbol en dos semanas con la inauguración de un Mundial, que no solo pasará a la Historia por ser el primero en disputarse en invierno. En su afán por relucir su poderío económico, el país del Golfo Pérsico ha realizado una inversión económica sin precedentes para acoger la mayor cita deportiva de su historia. Este factor también se verá reflejado en el terreno de juego, pues el país que consiga alzarse con el deseado trofeo recibirá la mayor recompensa entregada hasta la fecha.
Desde que la FIFA adjudicó su proyecto en 2010, Catar ha orquestado la creación de una red de infraestructuras adaptada, desde su ostentosa perspectiva, a todo lo que requiere la organización de un evento de tal calibre. A lo largo de estos doce años, entre otras construcciones, el país asiático ha dado vida a seis estadios nuevos, ha remodelado dos ya construidos y ha levantado una ciudad (Lusail) en el desierto a 15 kilómetros de Doha para bautizarla como la sede principal del Mundial.
Todo ello está respaldado por una megainversión que ronda un valor de 220.000 millones de euros, tal y como recoge el portal de datos Statista. Para entender la magnitud de esta inversión, el coste es 14 veces mayor que los 15.000 millones que empleó Brasil para organizar el Mundial en 2014 y 19 veces superior a los 11.600 millones que le costó a Rusia ser anfitriona de la pasada edición en 2018.
El trofeo más "codiciado"
Para la celebración de este Mundial, que dará comienzo el próximo 20 de noviembre, la FIFA diseñó un presupuesto de 1.710 millones de euros, un 7% menos que el planteado para el último disputado en Rusia. No obstante, en esta ocasión, la organización destinará 444 millones al reparto de los premios en metálico para las selecciones participantes, lo que se traduce en un 26% de sus partidas y en la mayor cantidad repartida en bonus de todas las ediciones.
Los premios se abonarán en función de la fase alcanzada en la competición. Así, el país que consiga la estrella se embolsará 42 millones de euros, mientras que el subcampeón recibirá 30 millones. Los semifinalistas restantes obtendrán 27 y 25 millones, respectivamente, mientras que del quinto al octavo clasificado ingresarán 17 millones y los combinados que se queden en octavos de final sumarán 13 millones. Aquellos que no logren superar la fase de grupos, se adjudicarán 9 millones, a los que se añaden 1,5 millones otorgados por la FIFA a las federaciones para cubrir los gastos durante su estancia.
Compensación a los clubes
Otra de las mayores partidas de la FIFA será la destinada a compensar a los equipos por ceder a sus futbolistas durante el Mundial, por la cual distribuirá alrededor de 215 millones de euros entre clubes de todo el mundo, misma cantidad que repartió en 2018 entre 416 conjuntos de 63 federaciones miembro. En esta ocasión, los clubes podrán apoyarse, de forma inédita, en la Plataforma de Fútbol Profesional para solicitar un pago de 10.000 euros por cada día que sus jugadores trabajen bajo la disciplina de su selección.
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