Mundial ciclismo contrarreloj: cuatro claves para entender cómo luchar contra el crono encima de una bicicleta

Los pronósticos dicen que esta tarde uno de los siguientes tres nombres se proclamará campeón del mundo de ciclismo en la categoría de contrarreloj: Tony Martin, Fabian Cancellara y Bradley Wiggins. Si están en condiciones óptimas, ellos son los grandes favoritos al título porque no hay nadie en el mundo en una prueba tan especial como la batalla individual contra el crono.

A diferencia de otras competiciones de ciclismo -tanto al aire libre como en pista- en la contrarreloj cada ciclista compite sólo. La ventaja, por tanto, de poder analizar al rival y adecuar el esfuerzo a lo que él hace se pierde. Cada segundo, cada metro, cada pedalada en la que no se exprimen las fuerzas pueden convertirse en regalos para los rivales. Empero, es evidente que en una prueba de casi 58 kilómetros es imposible dar el máximo a cada instante. Esa es la gracia de una carrera exigente y extenuante en la que cuatro factores se antojan claves para poder completarla con éxito:Encontrar el ritmo adecuado. Dos elementos intervienen en este primer punto: la bicicleta y el corredor. Para poder pedalear mucho y muy bien, el ciclista deberá haber elegido un desarrollo adecuado al trazado de la etapa. Así, por ejemplo, para un perfil llano como el de este Mundial, los Cancellara, Martin y compañía elegirán combinaciones de platos y piñones que les permitan avanzar muchos metros por cada pedalada, aunque eso les requiera más energía en cada pedalada.
Por otro lado, el corredor, independientemente de la máquina que vaya a mover, debe ser capaz de encontrar un ritmo en el que se sienta cómodo. De no hacerlo, corre el peligro de ir moviéndose a tirones que castiguen mucho más su cuerpo. Lo ideal es que descubra una cadencia que le permita avanzar rápidamente sin llevar a su cuerpo al estrés absoluto antes de llegar a línea de meta.Economizar fuerzas. Aspecto clave en una prueba de más de una hora. De nada sirve marcar los mejores cronos en los puntos de cronometraje parciales si al final se llega cansado. Aunque no se debe conceder nada a los rivales, los ciclistas deben conocerse perfectamente para saber cuándo pueden apretar más y cuando deben mantener ritmo. Dentro de este aspecto también destaca la alimentación y la hidratación, aspectos fundamentales en la segunda mitad del recorrido, cuando el cuerpo requiere de 'gasolina' extra para seguir rindiendo.Luchar contra la cabeza. Aunque todos los ciclistas van acompañados por un coche de equipo (o de selección) desde el cual se le anima, la soledad suele ser una mala compañera de viaje, especialmente si las primeras referencias de tiempo respecto a los rivales son negativas. Mantenerse firme en el esfuerzo y saber dar lo mejor de sí pese a las condiciones son hábitos aprendidos a lo largo de los años que deberán ponerse en práctica a la hora de la verdad.Encontrar una postura adecuada. Algo tan importante como en la Fórmula Uno. En el ciclismo también se realizan pruebas en pequeños túneles del viento para conocer el impacto de éste en el corredor. Las bicis profesionales tienen el manillar bastante más bajo que el sillín, de modo que cuando van apoyados en él, pueden poner la espalda lo más horizontal posible. Además, lo ideal es que el ciclista no mueva el tronco al pedalear, para que sea un elemento fijo que corte mejor el aire. La postura de las manos, los pies, los codos y el tiempo que se tarda en beber o comer son otros factores medidos al milímetro y que, en caso de no efectuarse correctamente, pueden dar al traste con una medalla mundialista.