España ha perdido en el Mundial ante Rusia en los penalts. Las eliminatorias a partido único, vida o muerte, son uno de los grandes atractivos de la competición. Con ellos, llega una de las suertes más críticas del juego, también de las más emocionantes: los penaltis. Por suerte las matemáticas y la estadística tienen la respuesta al enigma de las penas máximas: por arriba, al lado natural del lanzador y con los mejores tiradores colocados en forma de U.
En este tipo de partidos, a medida que avanza el tiempo la tensión crece. Cuando éste último se comprime a decidir el todo o nada en espacio muy corto, el momento llega al ‘súmmun’. Por ello, los penaltis son una de las suertes supremas en el mundo del deporte, quizás la que más con permiso de los inmortalizados ‘buzzer beater” en el mundo de la canasta.
Un momento que es capaz de cambiarlo todo, los villanos se convierten en héroes y viceversa. Conviene recordar siempre en este punto las palabras del mítico Roberto Baggio, cuando comentaba sobre su penalti errado en la final de 1994 que fue “el momento más duro” de su carrera. “Fue difícil salir de aquella pesadilla”, rememoraba una y otra vez.
Los penaltis siempre se han considerado un uno contra uno. Un lanzador, un portero, once metros y una estructura rectangular de 2,4 metros de alto por 7,3 de largo. Aunque no es el del todo así, realmente detrás de cada tanda hay una historia y una cantidad de datos ingentes con los que trabajar para optimizar todo lo posible las opciones de ganar. Al final, ya no es solo uno contra uno, sino además todos y cada uno de los lanzamientos que se han tirado desde el punto de penalti.
Una vez se contempla la posibilidad de analizar cada uno de los penaltis, en el Mundial en su historia se han lanzado hasta 26 tandas (27 con el de España y Rusia), aparece la pregunta del millón ¿Cuál es la manera más eficiente de afrontar una tanda de penaltis? Los estudios estadísticos sobre ellos se suceden para aportar en la búsqueda de la gloria. Cada una de las suertes que componen una tanda de penaltis tiene su importancia, y obviamente si se logra optimizar cada una de ellas se puede acercar la gloria.
La primera de las suertes en la tanda de penaltis es tenerla. Aunque suene extraño, y poco matemático, es la realidad. Acertar con el lado de la moneda en el lanzamiento da una primera ventaja a su equipo. El profesor Ignacio Palacios Huerta, de la London School Economics, señala en uno de sus estudios más famosos, tras estudiar más de 1.000 tandas de penaltis, que en el 60% de las ocasiones el ganador de la tanda de penaltis es el primer lanzador. El efecto es tan notable, que la propia FIFA ya está estudiando en cambiar el método de lanzamiento alternando lanzamientos de los mismos equipos para evitar el sesgo estadístico, y que la suerte vuelva a gozar de más aleatoriedad. No le ha valido a España contra Rusia, empezó lanzando y perdió.
Una vez se sabe cuando se tira se debe decidir el orden de lanzamiento. Un estudio realizado por ‘The Economist’ señalaba que el acierto en los tres primeros lanzamientos supera el 75%, ese porcentaje se reduce a medida que llega el cuarto y el quinto, que cae más de 12%. Además, hay un dato clave en el cuarto lanzamiento, los que tiraban en primer lugar han anotado un 70% de sus penaltis, mientras que el que lo hace en segundo lugar solo un 56%. Por lo que la mejor forma es configurar a los jugadores en forma de U, el primero y el último son claves. ¿Que hará España? Hierro acertó con Iniesta, pero Aspas falló.
¿Cómo lanzar los penaltis?
El siguiente punto es la forma de lanzar los penaltis, una vez está establecido el orden. Lo realmente importante en este aspecto es la altura que se le quiera dar al balón, puesto que en la estadística el lado no tiene relevancia y los datos son similares. Los estudios señalan que lanzar con altura da mayores probabilidades de anotar, puesto que solo un 3% de los lanzamientos estudiados los habían parados los porteros. El problema, como sabe Ramos, es que una mayor altura puede provocar que la pelota acabe en alguno de los anfiteatros, en total un 18%. Con ello, el acumulado de eficacia por los lanzadores que le dan altura al balón es del 79%. Por el contrario, el lanzamiento raso tiene el problema de que los porteros suelen tener más efectividad para atajarlos, un 23%, mientras que el balón se valla fuera es del 5%. En definitiva, la efectividad de lanzar raso es del 72% frente al 79% cuando coge altura.
En cuanto al lado del disparo, lo relevante es la tendencia de los tiradores a disparar a uno u otro lado. Normalmente, sirve de ancla para que los porteros decidan a que lado vencerse. Los estudios señalan que los lanzadores prefieren enfocarse a su lado natural, el diestro dispara a su zurda y viceversa, un 25% más. Lo cual indica que si un portero se vence al lado natural de los lanzadores, en teoría, debería adivinar al menos tres disparos. Aunque claro, los jugadores también saben de esto, por lo que pueden jugar con ello.
Las claves son las siguientes: lanzar primero, los mejores lanzadores en el primer penalti y en los dos últimos, siempre que se pueda, lanzar por arriba y, por último, en el caso de De Gea que opte por lanzarse más veces al lado natural del lanzador. En una tanda de penaltis, más en la de un Mundial, cualquier cosa puede pasar, pero así seguro habrá más posibilidades para ganar el partido. España no pudo, aunque cumplió algunas de las pautas con Rusia no logró vencer. Los rusos no fallaron ninguno.
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