N. Oliveira y Roderick, dos joyas del fútbol luso en busca de reconocimiento

  • El delantero Nélson Oliveira y el central Roderick Miranda, dos joyas en ciernes del fútbol luso cedidos al Deportivo de La Coruña, buscan en la competitiva Liga española el reconocimiento que no han logrado en el Benfica.

Antonio Torres del Cerro

Lisboa, 31 jul.- El delantero Nélson Oliveira y el central Roderick Miranda, dos joyas en ciernes del fútbol luso cedidos al Deportivo de La Coruña, buscan en la competitiva Liga española el reconocimiento que no han logrado en el Benfica.

"Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña". El popular refrán plasma la paradójica situación de ambos futbolistas, dos de las principales promesas portuguesas que quieren minutos para poder confirmar lo que apuntan.

Las fulgurantes carreras de Oliveira y el elegante juego defensivo de Roderick, ambos subcampeones del mundo sub-20 en el mundial del año pasado, esperarán al menos un año para que puedan verse en el coliseo de La Luz.

Nélson Oliveira (Barcelos, 1991) es, sin duda, el estandarte de la nueva generación de futbolistas portugueses.

Espoleado por su reciente participación en la Eurocopa con la selección absoluta de Portugal, donde sumó cerca de 100 minutos en el torneo, es un delantero muy potente físicamente, rápido, técnico y de duro disparo.

Algunos de sus exentrenadores le han comparado con el sueco Zlatan Ibrahimovic, su ídolo de infancia, como Rui Vitória, que le dirigió en el Paços de Ferreira, han avisado de que aún "no es un jugador formado".

El juego aéreo y su posicionamiento táctico son los aspectos que debe de pulir para convertirse en un delantero de elite, opinó a EFE el actual técnico del Vitória de Guimaraes.

En el Benfica, su entrenador Jorge Jesús le dosificó. Veintiún partidos oficiales y tres goles es su saldo del pasado curso. Aparentemente nada especial para un delantero.

Sin embargo, la calidad de Oliveira no solo se mide en tantos. Gracias a su potencia física y técnica, consigue arrastrar a los centrales y abrir espacios a los compañeros. Su velocidad le permite también desbordes que pueden acabar en asistencias a sus compañeros.

El delantero luso comenzó su carrera en el Santa María y después pasó a la cantera del Sporting de Braga. Con 15 años se transfirió a la del Benfica, que le cedió al Río Ave (2010) y al Paços de Ferreira (2010-2011), ambos de la primera división lusa.

Su compañero en la Sub-20 Roderick ha firmado hasta el momento un recorrido menos vistoso. Nacido en 1991 en Odivelas, a las afueras de Lisboa, ingresó en las divisiones inferiores del Benfica con nueve años. A partir del 2010, se integró en el primer equipo, donde apenas jugó un puñado de encuentros.

El último curso fue cedido al Servette suizo, al que representó en 24 ocasiones.

Las cesiones de ambos diamantes en bruto han dividido a la populosa afición del Benfica, con cerca de 200.000 socios registrados.

El portugués Gustavo Baptista, residente en Lisboa, aprobó las cesiones, siempre que sirvan para el rodaje de los dos: "Sólo me opongo si no juegan", adujo en declaraciones a EFE.

Para el aficionado de "las águilas", Oliveira tiene más potencial que Roderick, al que ve "refinado" técnicamente, aunque "poco intenso en los duelos divididos", a pesar de su físico (mide 1,91 metros).

Ambos futbolistas están, casualmente o no, representados por el famoso agente luso Jorge Mendes, que también ha llevado a La Coruña a los portugueses André Santos, Zé Castro, Bruno Gama, Diogo Salomao y Pizzi.

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