Nadadores en aguas frías intentarán cruzar por vez primera estrecho de Béring

  • Un grupo de nadadores en aguas frías se propone cruzar por vez primera, en julio próximo, el estrecho de Béring que separa Eurasia de América y el océano Glacial Ártico del Pacífico.

Moscú, 28 abr.- Un grupo de nadadores en aguas frías se propone cruzar por vez primera, en julio próximo, el estrecho de Béring que separa Eurasia de América y el océano Glacial Ártico del Pacífico.

"Elegimos el estrecho de Béring, ya que es un lugar que aún no ha sido atravesado nunca a nado por el ser humano. Será la primera travesía intercontinental a nado entre los dos continentes más grandes", aseguró hoy a Efe el nadador ruso Alexandr Brilin, autor de la iniciativa.

Una treintena de nadadores de diez países -Rusia, Estados Unidos, Reino Unido, China e Italia, entre otros- se relevarán para cruzar el estrecho entre el 20 de julio y el 10 de agosto.

"La ruta comenzará en el cabo Dezhniov en la región rusa de Chukotka y finalizará en el cabo Príncipe de Gales en Alaska. Son 86 kilómetros, aunque debido a las fuertes corrientes de agua que provienen del sur, tendremos que nadar más de cien kilómetros", señaló.

Brilin, quien está buscando financiación para el proyecto entre Gobiernos y empresas privadas, reconoce que cruzar el estrecho de Béring entraña "muchas dificultades".

"El clima y la dirección del viento cambia cada dos o tres horas. Además, la temperatura del agua será de 4-5 grados. Una persona normal sólo puede permanecer en ese agua cinco minutos. Nuestros deportistas se relevarán cada 20-30 minutos", dijo.

Además, añade: "Esas aguas son el hábitat de los osos blancos, las ballenas y los leones de mar".

"Los soviéticos lo intentaron en 1991, pero sólo cruzaron la mitad del estrecho hasta la isla de Ratmánov. En principio, en julio no hay vientos fuertes y las olas no son de más de un metro", apunta.

El ruso, que ostenta varios récords mundiales de nado en aguas frías por los ríos Yeniséi y Amur, y el lago Baikal, asegura que el Béring "es un misterio", por lo que decidió unir fuerzas con nadadores de otros países "para lograr un nuevo hito mundial".

Además del logro deportivo, la travesía se propone contribuir a la elaboración de un método científico fiables en casos de operaciones de salvamento en aguas heladas con el fin de prevenir que los hombres mueran de congelación.

"El tercer objetivo es unir los dos continentes en un puente de amistad para llamar la atención sobre la ausencia de comunicaciones. Queremos que un hombre puede ir en tren desde París a Nueva York a través de un túnel bajo el estrecho", dijo.

Brilin, un fornido siberiano de 36 años, cifra en 250.000 dólares el coste del alquiler del buque que escoltaría a los participantes durante toda la travesía para evitar accidentes, a lo que sumaría el pago del coste del viaje de ida y vuelta de los nadadores.

"No queremos ganar dinero. Somos voluntarios. Tenemos 64 solicitudes, pero sólo escogeremos a una treintena. Seleccionaremos a los más fuertes. Es muy peligroso, así que no aceptamos novatos", señalo.

Brilin, que lleva 14 años nadando en diferentes partes del planeta y es un firme defensor de los beneficios para la salud de los baños en aguas heladas, es oriundo de la región de Amur, en el lejano oriente ruso, "donde el invierno dura ocho meses".

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