Nadal, en octavos junto con Verdasco y Almagro, pero Ferrero y Ferrer cayeron

  • París.- Rafael Nadal alcanzó la ronda de octavos de final, la misma en la que fue eliminado el año pasado por el sueco Robin Soderling, al derrotar hoy al australiano Lleyton Hewitt, en una jornada en la que avanzaron también Fernando Verdasco y Nicolás Almagro, que se enfrentarán entre ellos, con lo que un español tiene puesto asegurado ya en cuartos.

Nadal, en octavos junto con Verdasco y Almagro, pero Ferrero y Ferrer cayeron
Nadal, en octavos junto con Verdasco y Almagro, pero Ferrero y Ferrer cayeron

París.- Rafael Nadal alcanzó la ronda de octavos de final, la misma en la que fue eliminado el año pasado por el sueco Robin Soderling, al derrotar hoy al australiano Lleyton Hewitt, en una jornada en la que avanzaron también Fernando Verdasco y Nicolás Almagro, que se enfrentarán entre ellos, con lo que un español tiene puesto asegurado ya en cuartos.

En un día gris, lloviendo a intervalos, aunque la organización no suspendió el juego ni una sola vez, y con mucho viento, tres españoles se colocaron en los octavos de final, y aseguraron su presencia en la segunda semana.

Nadal, al vencer a Hewitt, por 6-3, 6-4 y 6-3, en dos horas y 48 minutos, ya tiene los puntos defendidos del año pasado. Verdasco, sufrió ante el alemán Philipp Kohlschreiber durante cuatro horas y dos minutos, y se rompió una uña del pie izquierdo en el que también sintió un dolor en el tobillo, pero ganó por 2-6, 6-3, 6-3, 6-7 (1) y 6-4. Almagro se deshizo del ucraniano Oleksandr Dolgopolov, por 6-3, 6-3 y 6-4, y dijo que se consideraba un "un jugador del lado oscuro".

En la misma parte del cuadro, pero por arriba, David Ferrer y Juan Carlos Ferrero no pudieron unirse al grupo. El de Xavea jugó un partido anodino, sin fuerza y garra, y cayó ante el austríaco Jurgen Melzer, con quien no había perdido en los tres enfrentamientos anteriores, por 6-4, 6-0 y 7-6 (1).

Mientras, Ferrero, campeón del 2003, que se había agotado el viernes contra Pere Riba, jugó con calambres en el cuádriceps ante el estadounidense Robby Ginepri, 98 del mundo, y cedió por 7-5, 6-3, 3-6, 2-6 y 6-4, después de tres horas y 16 minutos, para señalar al final que era una "derrota amarga".

"Duele, porque contra Ginepri aquí en tierra esperaba ganar. Además tuve calambres en el cuádriceps en el tercer set y jugué también con poca intensidad y con pocos golpes ganadores. No he dominado con la derecha y por eso me he cansado más", dijo Ferrero, que con 30 años es consciente de que quizás no tendrá una oportunidad como la de este año para reeditar el triunfo que logró hace siete años.

Ferrer también perdió una ocasión de oro de avanzar en el cuadro, porque el estadounidense Andy Roddick, sexto favorito, que iba por su parte del cuadro, cayó antes contra el ruso afincado en Barcelona y que venía de la fase previa Teimuraz Gabashvili por 6-4, 6-4 y 6-2.

El de Xavea, sin garra, y profundamente desmotivado, cayó ante el austríaco Jurgen Melzer, por 6-4, 6-0 y 7-6 (1), después de que el día anterior había salido más fresco que el resto, pues su rival, el belga Xavier Malisse, se le retiró a principios del tercer set.

"Ni tengo la mentalidad, ni aguanto la presión para ser el del 2007", se autocriticó hoy Ferrer.

Nadal fue más positivo y sigue sin ceder un set en tres encuentros. Ante un batallador Hewitt, que el día anterior estuvo en pista durante tres horas y ocho minutos contra el uzbeco Denis Istomin, el de Adelaida hizo honor a su coraje, luchó e incluso aplaudió a Nadal en un soberbio derechazo del de Manacor, que acabó rodando por el suelo.

En un día con mucha humedad, Nadal dudó en cambiar la tensión del cordaje de las cinco raquetas que suele utilizar, para mover mejor la bola, y se quedó con 25,5 kilos, "porque si no nos vamos a arruinar", bromeó.

El de Manacor jugó serio porque después de actuar dos días seguidos y ante lo nublado de este, quería tener "cuarenta y ocho horas para descansar y confirmar en los entrenamientos las buenas sensaciones".

Ahora se medirá con el brasileño Thomaz Bellucci, nuevo en estas instancias en un Grand Slam, del que recuerda que fue su rival en la primera ronda del 2008. "Es de máximo nivel, cuando jugué contra él me costó ganarle. Es una especialista en tierra batida, hoy ha ganado a Ljubicic y será un buen test para saber como estoy yo", dijo.

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