Niki Lauda y James Hunt, historia de una rivalidad que se hizo película con "Rush"

  • En la pista fueron rivales acérrimos, y eso les sirvió a Niki Lauda y a James Hunt para mostrar su esplendor como pilotos y sus debilidades humanas.
Fotografía de Niki Lauda.
Fotografía de Niki Lauda.
EFE.

Niki Lauda, leyenda de la Fórmula Uno con tres campeonatos mundiales en su haber, falleció este martes a los 70 años "apaciblemente y rodeado por su familia", tal y como informaron sus allegados en un comunicado. Lauda, que llevaba años sufriendo dificultades respiratorias, se proclamó campeón del mundo en 1975, 1977 y 1984, superando un terrible accidente en el circuito de Nürburgring en 1976 que le causó severas quemaduras y tras el que llegó a recibir la extremaunción. 

Su situación era crítica, pero el piloto austríaco volvió a las pistas solo seis semanas después para luchar por el título contra el excéntrico británico James Hunt, que lo ganó en la última carrera por un solo punto después de que Lauda se retirase al considerar que las desastrosas condiciones meteorológicas eran muy peligrosas. La rivalidad entre estos dos pilotos tan diferentes, el comedido y responsable Lauda y el estrafalario Hunt fue llevada al cine en 2013 con la película "Rush", un éxito en taquilla. 

En la pista fueron rivales acérrimos, y eso les sirvió a Niki Lauda y a James Hunt para mostrar su esplendor como pilotos y sus debilidades humanas, según explicaron a Efe en una entrevista Ron Howard y Daniel Brühl, director y protagonista de "Rush", tras el estreno del filme. 

"Hay algo muy noble y al mismo tiempo muy trágico" en esa necesidad de exhibir su grandeza, "hasta el punto de estar dispuestos a morir por ello", señaló Howard. 

El hispano-alemán Daniel Brühl dio vida a un calculador y brillante Niki Lauda (Viena, 1949), mientras que al seductor y alocado Hunt -fallecido de un infarto en 1993- lo interpretó Chris Hemsworth ("Thor"). Para adentrarse en su personaje, Brühl contó con los consejos del tricampeón mundial de Fórmula Uno, antes y durante el rodaje.

"Tuvimos una primera conversación en Viena y antes de viajar me aconsejó que llevara poco equipaje, por si la cosa no funcionaba y me tenía que ir rápidamente", aseguró el actor, que destacó la "poca diplomacia" del piloto austríaco como uno de sus rasgos más fascinantes.

Por suerte, se cayeron bien y el protagonista de "Goodbye Lenin" pudo viajar con él al Gran Premio de Fórmula 1 de Brasil, donde se coló entre bambalinas y habló con otros pilotos, algunos de esa misma época glamurosa de los setenta que retrata la película.

Conocerlo le sirvió además para darse cuenta de que si quería hacerlo bien, tenía que dejar los nervios a un lado y no tener miedo. "No podía hacer la película con el freno de mano puesto", explicó, recurriendo a una expresión alemana.

Ni Brühl ni Howard eran grandes seguidores de la Fórmula Uno antes de "Rush", pero el guión de Peter Morgan ("Frost/Nixon", "El último rey de Escocia", "The Queen"), que incluye el trágico accidente de Nürburgring que casi le cuesta la vida a Lauda, entusiasmó a ambos.

Para el director, el mayor reto fue rodar las carreras, a las que se les imprimió un ritmo trepidante y una riqueza visual muy alejados de las retransmisiones televisivas reales.

Lo difícil fue "llevar la emoción y la psicología de los personajes" a cada una de las carreras, de modo que se definieran "por lo que eran, lo que necesitaban y lo que les pasaba en ese momento concreto de sus vidas".

Donde más disfrutó, en cambio, fue con las secuencias que muestran las relaciones de los pilotos con sus mujeres, interpretadas por Olivia Wilde y Alexandra Maria Lara, porque "abren la película a otra dimensión" y muestran "quiénes eran de verdad" Lauda y Hunt (Belmont, Inglaterra, 1947).

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