La nostalgia de los pioneros de la Armada española en Roland Garros

Arantxa Sánchez (campeona en 1989, 94 y 98), Sergi Bruguera (93 y 94), Juan Carlos Ferrero (2003), Carlos Moyá (98) y Alex Corretja (finalista ese año y 2001), pioneros de la Armada española que domina Roland Garros desde hace más de dos décadas, regresan con nostalgia para jugar el Torneo de Leyendas.

En medio de los dos días en los que la lluvia paraliza el Grand Slam francés se celebra la presentación de esta competición. Lejos de cuando eran el centro de atención de la principal sala de prensa, ahora comparten un minúsculo espacio publicitario y conversan de manera distendida con los periodistas.

El único del grupo que tiene un regusto amargo es Corretja, que se quedó a las puertas de lograr el trofeo.

"Un poco de insatisfacción por no haber podido finalizar el trabajo, después de tantas veces estando cerca, seguramente no lo supe hacer mejor y mis rivales, ahora compañeros, fueron mejores", explica con diplomacia.

Luego se refirió al éxito continuado de los españoles en el templo de la tierra batida.

"A principios de los 90 empezó a haber grandes resultados y no éramos muy conscientes. Ha continuado y los exjugadores tenemos que seguir implicados en proyectos para compartir todo lo que hemos vivido. Es una experiecia a compartir", añadió.

Ferrero es el más joven del grupo a sus 36 años, uno más que Roger Federer, con el que compartió eclosión en la élite del circuito.

"Volver es un placer, a un torneo que has jugado muy bien e incluso ganado es muy bonito. Hay muchos amigos que dejas en el circuito, gente de la organización. Es un placer que se acuerden de uno para jugar aquí", dice Ferrero, retirado en 2012.

Para el 'El Mosquito' es una sorpresa que año tras año España siga colocando un gran número de jugadores en la segunda semana de Roland Garros.

"Siempre piensas que habrá un momento en el que se terminará, pero de momento sigue y sigue... Los jugadores más veteranos parece que tienen cuerda para rato, así que de momento la Armada está ahí", continúa.

A unos metros los medios anglosajones se interesan por su pareja de dobles, Carlos Moyá, debido a su condición de entrenador del canadiense Milos Raonic, tarea que ahora compartirá con el legendario estadounidense John McEnroe.

"Es un placer volver al único Grand Slam que he ganado, aunque este año me ha sorprendido el clima. Nunca había visto el tiempo así en París", señaló el mallorquín, que ha viajado con su mujer y sus dos hijos.

Pero el verdadero centro de atención es Sergi Bruguera. Es el técnico de Richard Gasquet, único francés 'vivo' tras ganar en octavos con brillantez al japonés Kei Nishikori.

Los medios nacionales asedian al catalán, cuyas ojos muy abiertos y expresiones de garra en la tribuna hacia su jugador se convirtieron en el principal objetivo de la televisión francesa en el partido del domingo.

En Francia consideran que Bruguera ha conseguido contagiar la bravura que tenía en las pistas a Gasquet, un niño superdotado para el tenis al que como profesional le ha faltado consistencia.

"Empieza a tener madurez", dijo sobre su pupilo, de 29 años, sin tiempo para hablar de su participación en el Leyendas, en el que compartirá dobles con el croata Goran Ivanisevic.

Menos requerida es Arantxa Sánchez, triple vencedora en París, que compara su época con la actual.

"Entonces Steffi Graf era la jugadora a batir, pero había un grupo de unas diez tenistas importantes. Ahora no hay esa consistencia detrás de Serena, su dominación marca la diferencia", explica la catalana.

"Es durísimo para el tenis femenino", añade, avisando de que quizás haya llegado el momento de que Garbiñe Muguruza gane un gran torneo.

"En Grand Slam siempre juega bien, depende la presión de cómo lleve los partidos. Va por el cuadro contrario a Serena, ojalá puedan encontrarse, sería una buenísima final. Depende de ella", concluye.

pm/iga

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