Novak Djokovic: ni zen ni gluten, el bebé Stefan el secreto de su éxito

  • Primero fue su batalla contra el gluten y sus consejos para mantener la salud en la exigente temporada tenística, y luego vino lo de la meditación zen y el yoga, pero ahora el serbio Novak Djokovic asegura que el secreto de su éxito es una familia equilibrada gracias a su bebé Stefan.

El serbio Djokovic, número uno mundial y principal favorito en el Abierto de Estados Unidos que se juega en Nueva York, confesó recientemente su secreto para mantenerse en la élite mundial.

"La gente está tratando de saber cuál es el secreto de mi éxito y mi capacidad para mantener la concentración en la cancha", dijo Djokovic a la prensa que cubre el US Open 2015.

"Pero no es el yoga o una cosa en particular, es una combinación de cosas que me permiten maximizar mi capacidad y ser capaz de manejar de manera integral mi vida profesional", reconoció Djokovic.

En rueda de prensa posterior a su arrollador triunfo en primera ronda el lunes ante el brasileño Joao Souza, el 'Nole' reconoció que sus prioridades comenzaron a cambiar desde el nacimiento en octubre de su bebé Stefan, fruto de su matrimonio con una amiga de la juventud, Jelena Gencic.

Jelena dirige la fundación de ayuda a la niñez que creó Djokovic y le ayuda a organizar su agenda extrancha con tareas como embajador de buena voluntad de la ONU o en el club "Champions for Peace", una organización integrada por un grupo de famosos atletas de élite comprometidos a servir a la paz en el mundo a través del deporte, con sede en Mónaco.

"Le estoy mu agradecido a ella. Me ayuda a crecer y amplía mis propias fronteras", reconoció Djokovic

.

Para muchos atletas, el nacimiento de un hijo cambia radicalmente su vida. Algunos encuentran un aliciente extra como Roger Federer, que viaja a muchos torneos con sus mellizas y sus institutrices.

En el caso de Djokovic, la llegada del pequeño Stefan "permitió unir más a la familia" y ser una pieza más en el equilibrio del rompecabezas que es la vida de un tenista.

"Me encanta el tenis y estoy totalmente comprometido con el deporte, pero por otro lado ya no soy la persona que era hace cinco o seis años", indicó el serbio.

Si antes estaba todo el año de gira haciendo lo que más le gustaba, que era jugar tenis, ahora hace tiempo para estar más en casa, y como Federer y otros tantos que pueden costearse el gusto, viaja a los torneos con su nueva familia.

"Yo estaba en la gira a tiempo completo y para mi esa era la mayor felicidad en la vida, pero en este momento mis prioridades han cambiado y puedo decir que soy una persona más completa, más madura", añadió.

Ahora confiesa que cuando pierde un partido "no es el fin del mundo", porque tiene otras cosas que le complementan.

"Esta forma de enfocar las cosas me ayuda a liberar la presión del tenis", acota.

Este año, Djokovic ha ganado seis títulos, incluyendo los Abiertos de Australia y Wimbledon. Si no es porque el suizo Stan Wawrinka se le atravesó en la final del Roland Garrós de Francia, podría estar como Serena Williams, optando por ganar los cuatro Grandes en fila en un mismo año calendario.

A lo largo de su carrera de 11 años en el circuito ATP, Djokovic ha coleccionado 54 títulos, 12 de ellos de Gran Slam. Ha estado 160 semanas en el número uno mundial, las últimas 60 de forma consecutiva. Pero como cualquier atleta, ha tenido altas y bajas.

En el 2008, poco después del Abierto de Australia, empezó a quejarse de constantes dolores en las caderas, los tobillos, el estómago y también de dificultad para respirar durante los partidos.

La cosa llegó a mayores cuando se desplomó mientras jugaba un partido ante el francés Jo-Wilfried Tsonga en el Abierto de Australia de 2010. Poco después, se le descubrió que sufría de celiaquía, una intolerancia al gluten, un conjunto de proteínas presentes en harinas y cereales.

Como todo perfeccionista, se adentró en los misterios de su enfermedad, escribió un libro de consejos sobre cómo tratarla, y en mayo de 2015, lanzó la gama DJOKOlife, de productos de nutrición libres de gluten.

"Desde los 19 años estuve luchando contra esa enfermedad, así que sé lo que es pelear", aseguró Djokovic, un hombre que ya tiene bronce entre los grandes del tenis.

psl/ol

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