Olmedo, Ruiz e Higuero alimentan esperanzas de triplete en 1.500

  • París.- Manuel Olmedo, Diego Ruiz y Juan Carlos Higuero exhibieron una gran solvencia en las semifinales de 1.500 y este domingo, en la jornada de clausura de los Europeos de París, serán candidatos a medalla sin descartar un triplete.

Ruth Beitia a la final de altura con angustia
Ruth Beitia a la final de altura con angustia

París.- Manuel Olmedo, Diego Ruiz y Juan Carlos Higuero exhibieron una gran solvencia en las semifinales de 1.500 y este domingo, en la jornada de clausura de los Europeos de París, serán candidatos a medalla sin descartar un triplete.

El peligroso sistema de selección para la final, más propio del 800 (dos primeros y tres por tiempos), obligaba a redoblar las precauciones en la última vuelta y sobre todo en el esprint.

Olmedo, segundo europeo más rápido del año en 800 (1:46.07), a una sola centésima de Kevin López, venía de ser campeón de España de 1.500 en Valencia y se declaró recuperado de los problemas asmáticos que tuvo a principios de semana en la gélida Soria.

El sevillano fue tranquilo a cola del grupo para evitar tropezones en la primera serie, avanzó sin prisas por la calle dos y, sorprendido por el ataque del turco Kemal Koyuncu en la quinta posición, tuvo que apretar en la última vuelta para imponerse con 3:43.51, su mejor marca este año.

En la segunda carrera, Diego Ruiz, actual subcampeón de Europa, presentaba la mejor marca del año entre sus rivales (3:38.26). Tampoco le preocupó estar el último las tres primeras vueltas. A 800 de meta ya estaba arriba junto al británico Nick McCormick. Luego perdió posiciones pero en el último cien tomó resueltamente el mando y venció en 3:47.32.

Cerró la actuación española en 1.500 el burgalés Juan Carlos Higuero, que llegaba a París como "el más débil de los tres", según su propio criterio, con sólo tres meses y medio de entrenamiento tras operarse de osteopatía de pubis en agosto.

Higuero, que ya fue campeón de Europa bajo techo en 2007 y subcampeón en 2002 y 2005, se aferró a la cuerda confiando en que un ataque abriera huecos en el grupo pero no tuvo más remedio que salir a la calle dos para tomar posiciones. A 500 de meta ya estaba primero y no consintió que le pasara más que el alemán Carsten Schlangen, una vez que vio segura su segunda plaza con 3:47.50.

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