Osasuna también claudica en el fortín del Calderón

  • El Osasuna, colista de la Primera División, también se rindió ante el Atlético de Madrid, que sigue su racha imparable con unos números incontestables a la vez que imprevisibles cuando a finales de agosto daba comienzo la temporada.

Jenaro Lorente

Madrid, 28 oct.- El Osasuna, colista de la Primera División, también se rindió ante el Atlético de Madrid, que sigue su racha imparable con unos números incontestables a la vez que imprevisibles cuando a finales de agosto daba comienzo la temporada.

Después de disputadas nueve jornadas de liga, los rojiblancos suman 25 puntos de 27 posibles y enlaza doce victorias consecutivas y veintidós partidos sin perder.

Tan apabullante estadística no hace más que confirmar que el equipo, que comparte ufano el primer puesto de la clasificación con el Barcelona, se ha imbuido de la confianza y autoestima de las que hace no mucho carecía. Y de todo ello, aunque pretenda restarse protagonismo, tiene mucha culpa el técnico.

Porque cuando Simeone llegó a Madrid, el 23 de diciembre de 2011, se encontró a un grupo hundido y con desavenencias internas después de haber sufrido una vergonzante eliminación copera ante el Albacete. Y diez meses después se dedica a batir registros cada jornada.

Ante Osasuna, los de Simeone lograron una victoria trabajada y sufrida. Fueron tres puntos sin lucimiento en un partido con poco juego. Un triunfo sin brillo, pero con oficio en el que la principal estrella, Radamel Falcao, no faltó a su cita habitual. Volvió a anotar un golazo, su décimo de la liga y el decimoséptimo en los últimos once que ha disputado. El colombiano suma 49 con la camiseta del Atlético.

La diferencia entre el Atlético de Simeone y el de hace no muchas temporadas es que antes dejaba escapar puntos en este tipo de encuentros y ahora no lo hace. El entrenador argentino, que maneja la plantilla con maestría, transmite la tensión necesaria. Ante Osasuna continuó con las rotaciones y dio entrada a Emre, Cebolla Rodríguez y Raúl García. Todos los futbolistas se sienten importantes y son conscientes de que tienen cosas que aportar y de que gozarán de minutos a lo largo de la temporada para demostrarlo.

Osasuna representó la otra cara de la moneda. También ha cambiado con respecto a campañas pasadas. Ya no es el equipo aguerrido de antaño. En el Calderón no pecó de cobardía y plantó cara al Atlético, especialmente en la primera mitad, pero adolece de calidad. Su mejor jugador y máximo goleador del curso pasado, Raúl García, es ahora del Atlético. Raúl no tuvo piedad y le marcó a su exequipo el segundo tanto del encuentro.

Por lo visto en el Manzanares, no es casualidad que los de Mendilibar no hayan puntuado fuera de casa, aunque no era previsible que lo hiciesen en Madrid. Este año menos que nunca porque el Atlético se ha ganado el respeto de sus rivales. El Calderón vuelve a ser un fortín. EFE.

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