Pablo Matera, un debut soñado en el Mundial sin sus seres queridos

  • Pablo Matera, tercera línea de los Pumas, puede realizar el domingo contra Nueva Zelanda el debut soñado en un Mundial, pero no podrá contar en las tribunas con su madre, que llegará para los dos últimos partidos, ni con su padre, fallecido cuando era un niño.

"Si tuviera mucha plata y pudiera invitar a mucha gente para el partido contra Nueva Zelanda, invitaría a mis cinco mejores amigos, seguro, pero principalmente mi vieja. Va a venir pero no al primero partido, sino a los dos últimos del grupo", señaló Matera.

"Si pudiera, me gustaría que estuviera aquí. Más que porque sea mi vieja por todo lo que me acompañó a lo largo de mi carrera", añade.

Matera, de 22 años, del Leicester inglés, recuerda sus inicios con Alumno, siempre con su madre a su lado.

"Ella es la que me llevaba a Alumno, la que me llevaba a la URNA, la que me rompía las pelotas cuando faltaba a entrenar. Siempre me acompaña a todos lados así que me gustaría que me acompañara en este momento", añadió.

"Cuando jugaba en Pumitas se empezó a enganchar, pero cuando yo empezaba no tenía ni idea. No sabía ni una regla y hoy en día es una fanática de toda la vida", indicó.

Contra Nueva Zelanda pensará en su madre, impaciente por viajar desde Argentina, pero también en su padre, del que llevaba tatuado su nombre, que falleció cuando el jugador era un niño.

"Me acordaré de mi padre, que falleció cuando yo era chico. Seguro que ve los partidos y seguro esta acá conmigo. Siempre lo tengo presente al salir a la cancha", explicó.

Pablo Matera puede ser titular contra los All Blacks, pese a que la competencia es dura para los puestos de la tercera línea.

"Somos seis terceras lineas. Sabemos que es complicado estar bien físicamente. Hay que estar preparado para tener la oportunidad, aunque también saber que puede jugar cualquiera. Estoy al 100 por cien. Hicimos una buena preparación. Me siento bien y cómodo", indicó el jugador.

"Estoy con mucha ansiedad. Fue un proceso muy largo. Esto es un sueño y tengo muchas ganas de jugar. Cuando empecé a jugar en juveniles en Pumitas, en 2011, me dije me gustaría no solo jugar el Mundial juvenil, sino también el de mayores. Todo lo que hice fue para estar aquí", explicó.

Cuando salte a la cancha en Wembley, la emoción será grande para Matera. Y tratará de acordarse de muchas cosas.

"Se me van a pasar mil cosas por la cabeza. Mi familia, mi club, todas las cosas que me pasaron hasta este momento. Pero más que nada debo estar tranquilo, hacer un buen partido, sin pasarme de rosca. Es un sueño debutar contra los All Blacks en un Mundial, pero voy a apuntar más arriba y ganar esta partido seria increíble", explicó.

Matera, cuando era niño, no se veía jugando al rugby, pero el hecho de que sus amigos jugaran este deporte, le empujó.

"Tenía muchos amigos de Alumno, que quedaba cerca de mi colegio. Mis mejores amigos jugaban en Alumno y me enamoré del rugby. Hay varios de aquellos que siguen estando entre mis mejores amigos y me gustaría que estuvieran aquí ahora", dijo.

"Me gustaba jugar al fútbol, pero mis amigos me empujaron y animaron para intentarlo en el rugby. Fue la mejor decisión que tome en mi vida" afirmó de aquella decisión a los quince años.

Una victoria contra los All Blacks serviría de señal de agradecimiento para Pablo Matera hacia aquellos amigos y también a su madre y a su padre. Ninguno estará el domingo en Wembley.

psr/jt

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