Palamós, regreso al pasado

  • Como en las viejas novelas de misterio, el Real Valladolid regresará el domingo "al lugar del crimen" ya que jugará contra el Llagostera en el estadio de Palamós, donde protagonizó uno de sus ascensos más recordados a Primera División. De eso hace casi veintidós años y casi nada resiste el paso del tiempo, ni permanece igual.

José Anselmo Moreno

Valladolid, 14 ene.- Como en las viejas novelas de misterio, el Real Valladolid regresará el domingo "al lugar del crimen" ya que jugará contra el Llagostera en el estadio de Palamós, donde protagonizó uno de sus ascensos más recordados a Primera División. De eso hace casi veintidós años y casi nada resiste el paso del tiempo, ni permanece igual.

Era junio de 1993, última jornada de liga, y un Real Valladolid entrenado entonces por Felipe Mesones visitaba al Palamós en su estadio con la necesidad de ganar para asegurarse el ascenso un año después de que el Valladolid de los colombianos (Maturana, René Higuita, Valderrama y Leonel Álvarez) bajara desde Primera.

Era un domingo 20 de junio y en la tarde del sábado se había fletado un tren especial desde la estación Campo Grande de la capital vallisoletana repleto de aficionados. Fue el primer desplazamiento masivo de la afición blanquivioleta.

La victoria por 1-2 en la localidad de la Costa Brava, con dos penaltis transformados por el brasileño Iván Rocha, permitió al Valladolid regresar a la máxima categoría y cerrar una temporada llena de picos y valles en la que hubo hasta tres técnicos (Marco Antonio Boronat, Saso y Mesones).

El equipo de Zorrilla concluyó el campeonato a cinco puntos del campeón, Lleida, y empatado con el Racing de Santander. Aquel día, Mesones alineó inicialmente a Lozano, Cuaresma, Walter Lozano, Manolo, Iván Rocha, Castillo, Rachimov, Caminero, Amavisca, Roberto Martínez y Onésimo.

El Palamós, que no se jugaba nada, salió con Raúl; Horcajada, Mijic, Manchado, Lima; Jordi, Luis Martín, Orejuela, Hidalgo; Ballina y Roberto Elvira.

Con un discutido arbitraje del extremeño Carmona Méndez, el Real Valladolid se adelantó en el minuto diez (Rocha), pero Jordi restableció el empate y fue de nuevo Iván Rocha el encargado de adelantar a los visitantes justo antes del descanso.

De aquel equipo vallisoletano "saltó" muy pronto José Luis Pérez Caminero al Atlético de Madrid. A la temporada siguiente, el delantero José Emilio Amavisca fichó por el Real Madrid.

El partido de Palamós será siempre recordado en Pucela por aquel "Tren del Ascenso" en el que viajaron en la previa casi mil aficionados. La expedición del equipo blanquivioleta llegó al día siguiente al aeropuerto de Villanubla y, sobre las 19.00 horas, "arribó" a la Casa Consistorial para darse un baño de multitudes.

En la Plaza Mayor esperaban unos ocho mil incondicionales que homenajearon al equipo tras subirse al balcón principal del ayuntamiento. Solamente aquel balcón permanece igual. Inalterable.

Presidía el club el fallecido Marcos Fernández Fernández, el capitán del equipo era el guardameta salmantino Ángel Lozano y el alcalde de la ciudad, Tomás Rodríguez Bolaños.

Hay que constatar que el regidor suspendió algunas celebraciones posteriores que estaban programadas, ya que la banda terrorista ETA perpetró en aquellos días un atentado en Madrid.

Fue un ascenso distinto, con el hecho diferencial de consumarse fuera de casa. La primera vez que el club blanquivioleta subió a la máxima categoría del fútbol español fue en Valladolid durante la temporada 1947-48, con una plantilla en la que destacaban Busquets, Soler, Torquemada, Coque, Vaquero, Lasala y Ortega.

Sin embargo, aquella celebración del año 1993 dejó marca, sedimento y una profunda huella porque desde el anterior ascenso habían pasado trece años. Entonces el Valladolid no era un equipo "ascensor", como ahora.

Había permanecido muchas temporadas en Primera desde que subió en mayo de 1980, tras vencer en Zorrilla al Rácing de Santander (1-0). Sin embargo, apenas hubo bullicio ni algarabía pues la buena noticia se supo después de acabar el partido ante los cántabros y al darse otros resultados favorables.

Aunque estaba previsto celebrarlo en un encuentro posterior en el viejo Zorrilla ante el Palencia, la derrota en aquel encuentro de rivalidad regional (0-2) aguó la fiesta.

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