Panamá 1-5 España: la selección disfruta ante un rival que estaba de huelga

Paseo de la selección española por Panamá el día de la huelga general (1-5). El 14-N a punto estuvo de evitar la retransmisión del último amistoso de 'la Roja' en 2012, y viendo lo que hicieron Andrés Iniesta y compañía, hubiera sido una desgracia. Pocas veces un partido tan intrascendente dejó tan buen sabor de boca, sobre todo en su primera parte, y a ello contribuyeron dos factores: el primero, que los hombres de Vicente del Bosque son buenísimos; el segundo, que los de Dely Valdés se solidarizaron e hicieron una huelga incomprensible dando todo tipo de facilidades.

Se esperaba que los panameños lo dieran todo en un encuentro que para ellos era muy importante por la calidad del rival, un equipo doble campeón de Europa y también campeón del mundo, pero lo único que hicieron fue realizar una huelga de brazos caídos. Cuando a la selección española no se le aprieta, ya sea con presión asfixiante o con marcajes férreos, sucede lo inevitable: que te da un baño incluso sin apretar.

Valió la pena ver el Panamá-España sólo por ver a Iniesta, que dejó boquiabiertos a propios y extraños con su recital en 45 minutos, muy bien acompañado, por cierto, por un compañero suyo en el Barcelona, Pedro Rodríguez, autor de dos de los tres primeros goles. En el primero, el canario realizó una doble pared espectacular con el manchego, acción que se desarrolló por el centro ante la admiración y la sopresa de los jugadores locales. La jugada acabó con un disparo cruzado de Pedro que no pudo atrapar Penedo.

Iban 15 minutos, y no hubo que esperar a la media hora para ver el siguiente tanto. En éste, el protagonismo fue una vez más de Iniesta, que llegó a la línea de fondo emulando a Emilio Butragueño en cierto gol que marcó al Cádiz. Andrés no culminó la jugada chutando a puerta, sino asistiendo a David Villa tras haber pisado el balón ante el último defensa que le salió al paso. Una diana que afianza al 'Guaje' como el máximo goleador de de la selección española y que le quita el regusto amargo del último partido con el Barcelona.

El tercer tanto de España fue bellísimo porque Pedro marcó el gol que no pudo marcar Pelé. Con una bicicleta, sin tocar el balón, regateó al portero panameño y marcó a placer. Era el minuto 42 y el encuentro estaba visto para sentencia. España se gustaba y dejaba una buena impresión. Que no se diga que habían cruzado el Océano Atlántico para llevarse únicamente los tres millones de euros que cobró por el amistoso.Se cierra la manita en la segunda mitad

Con los cambios, el guión del encuentro siguió siendo el mismo, pero lo que falló fue la puntería. Roberto Soldado, Jesús Navas y compañía buscaron el gol, pero éste no llegaba. Sin embargo, la insistencia acabó dando sus frutos. Primero fue Sergio Ramos el que demostró que no sólo es capaz de marcar penaltis a lo Panenka; también sabe lanzar faltas a la escuadra con delicadeza.

Después llegó el último tanto de 'La Roja' española (a la selección panameña también la llaman así en su país), obra del debutante Markel Susaeta, que ha dejado atrás una jornada previa polémica por su declaración y ha firmado el debut soñado, con un tanto. Su felicidad era mayor que la de un veterano como Iker Casillas, que se ha convertido en el segundo portero con más partidos internacionales. Pero está tan acostumbrado a batir récords que ni se inmuta, y más cuando no fue titular. La otra cara de la moneda la vivieron dos futbolistas, Santi Cazorla y Martín Montoya, que viajaron más de 16.000 kilómetros para nada.

Todavía quedó tiempo para que Panamá marcase el gol del honor por medio de Gabriel Gómez, de penalti, tanto que celebraron por todo lo alto. El partido era una fiesta y como tal se la tomaron los futbolistas locales, pero el 0-5 dejaba un regusto amargo. El 1-5 es poco mejor, pero permitió una celebración en el estadio Rommel Fernández antes del pitido final con el consabido, y deseado, cambio de camisetas con los futbolistas campeones de Europa y el mundo.

Sigue @jorgekosky